El Grupo de Montaña y la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Granada llevaron a cabo con éxito el rescate de un joven inglés de 26 años, que permaneció dos días accidentado en el paraje de Los Cahorros en Monachil, Granada.
Fueron tres jóvenes polacos, dos chicas y un chico, quienes se encontraron a la víctima y pidieron auxilio. La paradoja de esta historia es que estos tres jóvenes se encontraron con el herido porque se habían equivocado de camino y se habían perdido, como posiblemente le ocurrió al joven inglés dos días antes.
El herido se encontraba en una zona de muy difícil acceso junto al río Monachil. Todo apunta a que decidió tomar un camino alternativo cerca de la central eléctrica de la Vega, en lugar de seguir la ruta habitual, lo cual resultó ser un callejón sin salida que lo obligó a adentrarse en campo abierto o dar la vuelta.
Según detalla la Guardia Civil, el joven decidió continuar buscando una salida, pero resbaló y cayó por un terraplén de unos 30 metros de altura hasta el río, en una zona donde no había cobertura de telefonía móvil. A causa de la caída, el joven inglés se rompió una rodilla, una costilla y se hizo una brecha en la cabeza.
Cuando los jóvenes polacos se encontraron al herido, rápidamente se acercaron a él y al ver que no podían ayudarle, uno de ellos se quedó con él acompañándolo mientras las dos jóvenes se fueron a buscar cobertura para llamar al 112.
El Servicio de Emergencias 112 de la Junta de Andalucía sobre las 21:45 horas de ayer transfirió a la Guardia Civil la llamada de una joven extranjera que decía que se habían encontrado a un montañero gravemente herido en la zona de los Cahorros de Monachil.
Inmediatamente se activaron cuatro especialistas del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Granada y se desplazaron primero en coche y luego a pie hasta donde se encontraban el herido junto al joven polaco que se había quedado cuidando de él. Eran las 3 de la madrugada de este viernes cuando consiguieron dar con ellos.
Al tratarse de una zona de muy difícil acceso, con mucha vegetación, lo que hacía prácticamente imposible salir de allí con la camilla, los agentes consideraron que era necesario que el rescate y la evacuación del herido se hiciera en helicóptero.
Así pues, fue necesario esperar a que amaneciera para poder llevarlo a cabo. Por ello los agentes, tras evaluar a la víctima, le inmovilizaron la pierna, el cuello y la columna, la colocaron en la camilla y la abrigaron esperando las primeras luces del día.
Al amanecer los especialistas del GREIM cargaron la camilla río arriba hasta encontrar un lugar seguro al que pudiera acceder el helicóptero. Cuando llegó la aeronave, mediante un ciclo de grúa elevaron la camilla hasta el aparato y evacuaron al herido hasta la helisuperficie del 112 en Granada, donde una ambulancia esperaba para trasladarlo hasta el hospital de Traumatología de Granada.