El Sevilla FC ha diseñado un plan estratégico pionero de sostenibilidad en la gestión del agua que permite un ahorro de más del 70% en el consumo de agua en las todas las instalaciones del club. El objetivo es aprovechar la máxima cantidad de agua utilizada hasta llegar a reciclar el cien por cien en un futuro.

Para ello, la ciudad deportiva cuenta con diversos sistemas para la optimización del consumo de agua que le ha permitido al club convertirse en referencia en la gestión hídrica de sus instalaciones deportivas, al reutilizar la totalidad del agua de riego mediante canalizaciones y drenajes con los que se recoge el agua de la lluvia a través de la cubierta de mil metros cuadrados del estadio Jesús Navas.

Para ello, se ha construido un aljibe de mil metros cúbicos con capacidad para almacenar un millón de litros. De esta manera, se almacena tanto el agua que sobra del riego de los campos, como el agua de la lluvia que es recogida a través de la cubierta.

Así se consigue reciclar el cien por cien del agua de lluvia que tiene la ventaja de no contener sales, por lo que tiene más beneficios y es más eficiente para regar el césped, reduciendo así el consumo hídrico. Por otra parte, el Sevilla FC utiliza un césped especial que se va cambiando en verano e invierno y que consume un 30% menos de agua que el césped tradicional.

Pero todo esto es solo una parte de todo el sistema empleado por el club para aprovechar la máxima cantidad de agua posible en la ciudad deportiva. Mediante un sistema inteligente compuesto de varios sensores de lluvia y temperatura, se ajusta automáticamente la cantidad de agua necesaria para regar los campos. De manera que, por ejemplo, cuando llueve, el sensor detiene el riego, o si bajan las temperaturas, se reduce el nivel de agua empleada por los aspersores.

Otro de los recursos utilizados es el césped de invierno y de verano. Antes, el cambio se realizaba a partir de junio, pero debido a las altas temperaturas inusuales en esta época del año, ya lo están cambiando.

El césped de verano crece debajo del de invierno. Una excavadora drena el campo y provoca que el césped de verano salga solo al percibir él mismo las altas temperaturas. Este sistema también permite reducir el consumo de agua, ya que cada tipo de césped tiene una demanda de riego distinta, utilizándose el de verano se necesita menos agua.

El Sevilla CF tiene ocho campos naturales que son regados diariamente al anochecer, y cuatro artificiales que también se riegan antes del partido, para evitar que los jugadores se quemen. Para regar los campos se invierten cuatro litros por metro cuadrado, es decir, 256 mil litros de agua al día.

El objetivo es llegar a reutilizar el cien por cien del agua, de ahí que el club esté construyendo una depuradora para reutilizar todo el agua posible no solo en los campos, sino también en el resto de instalaciones como los baños, las duchas y demás usos de la ciudad deportiva.

Además de la gestión hídrica sostenible, el club está acometiendo otras iniciativas como la elaboración de abonos propios a partir de residuos, la medición de la huella de carbono, la plantación de arbolado y vegetación autóctona y la regeneración de espacios naturales en la ciudad deportiva.

Otro compromiso del Sevilla FC es el ahorro energético. Según detalla en una nota, toda la maquinaria de trabajo en las instalaciones del Sevilla FC es eléctrica, toda la iluminación es tipo LED y todas las farolas de la ciudad deportiva funcionan con placas solares.

Además, el club dispone de una flota de vehículos híbridos y de puntos de recarga tanto en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán como en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Así ha conseguido un ahorro del 75% en consumo energético durante 2022.