Esta historia mide exactamente 500 metros, pero es mucho más grande si se ve con los ojos de su protagonista, un niño de Sevilla de tan solo tres años que iba a salir de excursión con sus compañeros de colegio... hasta que su madre se cayó camino de la escuela. Faltaba medio kilómetro para llegar, pero ella ya no podía seguir caminando.
Fue el pasado viernes alrededor de las nueve y cuarto de la mañana. Como cada día, madre e hijo iban camino del colegio en pleno centro de Sevilla. El pequeño, con su mochila al hombro, vio cómo dos agentes de policía se acercaron a auxiliarla. Tras una primera valoración, la mujer tuvo que ser trasladada a un centro de salud y, aunque no era grave, no estaba en disposición de llevar a su hijo al colegio.
Según ha compartido la cuenta de Twitter de Emergencias Sevilla, en ese momento uno de los dos policías se ofreció a llevar al pequeño a su colegio, a lo que la madre accedió. Así empezaron estos 500 metros que el niño y el agente, cogidos de la mano, recorrieron para poder llegar a tiempo al centro escolar antes de que empezara la excursión de su clase.
El agente recuerda ahora emocionado el trayecto de este peculiar servicio en el que el niño no dejó de hacerle comentarios de camino a su escuela. Uno de ellos es que estaba cansado, así que el policía decidió cogerlo en brazos hasta llegar a la puerta del colegio, donde todos esperaban a que llegara para salir de excursión.
La madre del pequeño, aún recuperándose de las lesiones del accidente, se ha mostrado agradecida a los agentes por terminar con el pequeño esos últimos 500 metros. Una distancia pequeña de un pequeño gesto que ha hecho muy grandes a sus protagonistas.