Después de medio siglo en desuso, El Cable Inglés de Almería, el cargadero de mineral de El Alquife inaugurado por el rey Alfonso XIII en abril de 1904, se reestrena casi 120 años después, reconvertido en un mirador de altura con vistas hacia el mar en el entorno del puerto.
Tras su inauguración este lunes, los almerienses podrán disfrutar a partir del martes 4 de abril de sus 900 metros de paseo, haciendo una reserva a través de la web de la Autoridad Portuaria. Hasta ahora más de 22.000 personas ya se han interesado por recorrerlo.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, el presidente de la Junta de Andalucia, Juanma Moreno y la alcaldesa de Almería, María Vázquez y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Rosario Soto, han participado en el acto de inauguración de la plataforma del antiguo cargadero, que ha contado con una actuación musical de Tomatito, su hijo José del Tomate y la Orquesta Ciudad de Almería.
El presidente andaluz ha señalado que la recuperación de este inmueble "refuerza el vínculo de la ciudad con el Puerto y que supone un importante recurso y reclamo turístico y cultural".
La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ha considerado que el Cable Inglés se convierte en un "atractivo histórico más" con el que "descubrir nuevas perspectivas de nuestra ciudad", y ha dado la "enhorabuena" a todos los que han trabajado por el proyecto y posibilitar "entre todos" que "Almería siga avanzando mirando al mar".
Por su parte, la ministra Sánchez ha señalado que a través de Puertos del Estado se va respaldar el proyecto Puerto-Ciudad para que la instalación "no solo esté mirando al mar sino a la ciudad" y que "los ciudadanos de Almería sientan la Autoridad Portuaria y el puerto de Almería como un elemento más en su cotidianidad".
Las obras de su segunda fase de rehabilitación, que se han extendido durante más de tres años con una inversión de 3 millones de euros del Gobierno, han tenido como objetivo la conservación, protección y puesta en valor de la plataforma de acceso, destinándola a un paseo elevado de casi medio kilómetro cuyo recorrido se inicia en el Parque de la Estación y que conduce a los usuarios hasta una vista a 18 metros de altura sobre el nivel del mar frente a la bocana del puerto.
La revalorización del Cable Inglés ha conllevado la sustitución de los antiguos raíles por una gran alfombra de más de 3.500 metros cuadrados de madera de iroko procedente en su mayor parte de Camerún, seleccionada por su durabilidad y resistencia frente a la humedad y otros factores. Asimismo, se han afianzado los cimientos, se han incorporado elementos de protección y se ha dotado la infraestructura de nueva iluminación.
Entre las actuaciones más relevantes se encuentra la restauración de la estructura metálica de la plataforma de acceso mediante su refuerzo, limpieza y tratamiento de protección; el tratamiento de conservación de la fábrica de piedra mediante su preconsolidación, limpieza, reintegración de juntas y huecos, consolidación y protección y el mantenimiento de los bienes muebles existentes, constituidos por los raíles de ferrocarril, "como expresión de la actividad industrial que justifica la declaración del Bien de Interés Cultural".
El Cable Inglés constituye un paradigma de la arquitectura industrial española en su categoría de inmueble-máquina y en 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, por su valor técnico e histórico. Ahora también se ha convertido en un nuevo reclamo turístico para la ciudad.