La inteligencia artificial ha obrado el “milagro”. ‘Pepita’, el nombre con el que se conoce el esqueleto epipaleolítico de una mujer con casi 10.000 años de antigüedad “ha cobrado vida” en el Museo de Nerja con técnicas de recreación facial a partir de sus restos óseos.
Se trata de la primera vez que se utiliza en un museo la inteligencia artificial para "devolver la vida" a un esqueleto, lo que convierte al Museo de Nerja en referente nacional en alta tecnología aplicada a la museografía.
Gracias a las técnicas de la antropología física y la reconstrucción facial forense, se ha podido recrear la apariencia de esta mujer prehistórica con un grado de precisión sorprendente. La reconstrucción facial de Pepita nos muestra cómo era su rostro y nos permite imaginar cómo era su vida y su cultura en aquella época.
Se pone así en funcionamiento un recurso digital, destinado a la visualización de la cara y el cráneo de 'Pepita'. Para ello, el Museo ha instalado una gran pantalla donde se permite adivinar quién es 'Pepita', conocer su rostro de forma milimétrica mediante la interactividad que posibilita girar su cráneo y obtener todos los datos sobre su información antropológica, tales como su edad, su estatura o su tipo de alimentación. De esta manera el público puede interactuar con ella.
La reconstrucción se ha llevado a cabo tras varios años de arduo trabajo de investigación para determinar cómo podría haber sido su rostro en vida. Un cometido desarrollado mediante los últimos avances en tecnología 3D y gracias a los mejores especialistas en la materia.
Mediante la utilización de un modelo tridimensional de los huesos del cráneo, se aplicaron técnicas de reconstrucción facial utilizando las últimas tecnologías utilizadas en investigación y en reconstrucción 3D y un equipo con los mejores especialistas en antropología.
El resultado final es una recreación muy realista de cómo era el rostro de Pepita, con detalles como el tipo de cabello, el color de ojos y la textura de la piel. La reconstrucción también muestra las características faciales que pueden ser interpretadas como rasgos culturales propios de la época y la región, como la forma de las cejas y la frente.
Este trabajo se ha llevado a cabo con el apoyo y la colaboración del Instituto de Investigación Cueva de Nerja. Todo este trabajo se realizó por Carmen María Román, Lorenza Coppola y Julia García. La renderización y digitalización final se desarrolló por los investigadores Antonio Torres y José María Cobos.
El esqueleto de 'Pepita' se encuentra entre los mejor conservados de Europa, lo que lo convierte en singular, ya que no es habitual que osamentas con esta antigüedad muestren una conservación tan excelente. Por ello, se ha convertido en la pieza más emblemática del Museo de Nerja y su estudio ha sido uno de los principales objetivos de la Fundación Cueva de Nerja a lo largo de los años.
Este esqueleto fue hallado en la Sala de la Torca de la Cueva de Nerja durante las excavaciones arqueológicas dirigidas por el profesor Manuel Pellicer, en el año 1982.