El 16 de marzo tocaron a la puerta de la consulta de Ana Almansa en el Hospital de Torrecárdenas. No era un paciente, era un repartidor con un ramo de flores, una orquídea y una carta dirigida a esta psicóloga sanitaria de Almería. Empezó a leer y al terminar, entre lágrimas se dio cuenta de que en la fecha estaba la clave.
La carta la ha escrito Carmen que el 16 de marzo de 2020 perdió a su hijo antes de que llegara a nacer. "Nunca imaginé que pudiera homenajear un aniversario de la muerte de mi hijo", escribe la madre, "pero he de decir que hace tres años mi vida se rompió, pero tú ayudaste a reconstruir mi alma, mi corazón, mi vida..."
Ana, trabajadora de la Cruz Roja y personal externo del hospital, forma parte del proyecto final de vida y duelo. Desde hace tiempo también incorpora el duelo perinatal. Aquel día 16 de marzo ella estaba en casa, confinada como todos los demás. "Al ser personal externo al principio no podíamos venir al hospital", así que el hospital fue a ella.
"Me llamaron de la planta para decirme que había una mamá con una pérdida casi a término y necesitaba atención", recuerda Ana. A través del teléfono y sin llegar a verse la cara acompañó a Carmen en un momento especialmente duro para ella. "En pleno confinamiento salió del hospital tras perder un hijo para encerrarse en casa sin poder ver a nadie, ni a sus padres", explica la psicóloga a NIUS.
"Gracias por esas llamadas en pleno estado de alarma, gracias por tu paciencia, gracias por tu profesionalidad y gracias por tanto cariño demostrado", escribía Carmen a mano en la carta enviada a Ana, "me has enseñado a volver a creer en otras circunstancias, a volver a sonreír y a luchar".
La relación entre Carmen y Ana fue más allá de aquellas llamadas. Al final se conocieron en persona. "El acompañamiento de bienestar materno lleva un seguimiento especial", explica esta psicóloga sanitaria. Por eso, cuando Carmen volvió a quedarse embarazada hace ahora algo más de un año, Ana también estuvo con ella y así lo refleja la carta.
"La familia, con nuestro nuevo miembro René que hoy hace nueve meses, desde nuestra más absoluta admiración a todo lo que haces queremos darte las gracias infinitas", escribía Carmen. Además de esta carta, envió otra más a su ginecóloga, Noemí Bedmar, también para darle las gracias por el apoyo durante aquellos días.
"Es difícil que yo me emocione, estoy acostumbrada al duelo", advierte la psicóloga, "pero la carta me removió". Cuando acabó de leerla se hizo una foto sonriendo con las flores que Carmen le había regalado y se la mandó. "Saber que te he sacado una sonrisa me llena el alma un día como hoy", le contestó Carmen... un día como ese 16 de marzo en el que se cruzaron por primera vez las dos.