Hace más de 30 años fue declarado como Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar, ubicado en los municipios de El Ejido y Roquetas de Mar, Almería. Ocupa casi 2.000 hectáreas como Paraje Natural y alberga una Reserva Natural (mayor protección) de unas 785 hectáreas. Además es zona de especial protección de las aves y lugar de importancia comunitaria de la Red Natura 2000. Desde hace unos meses, “La pequeña Doñana”, como la llaman algunos, convive con cientos de neumáticos usados. En concreto, en la parte de la Reserva Natural en terrenos de El Ejido.
El problema no es de ahora, es reincidente. Según Moisés Palmero, educador ambiental y presidente de la asociación 'El árbol de las piruletas', actualmente hay alrededor de mil neumáticos y, desde 2020, en dos ocasiones se han llevado a cabo actividades con la ciudadanía para retirar las ruedas. “En una primera acción, un sistema de gestión se los llevó de forma gratuita porque eran jóvenes quiénes los retiraron en un día ejemplar de voluntariado. En la segunda, se repartieron por los colegios de la zona para que los pintaran y reutilizasen”, explica Palmero.
La delegación de Medio Ambiente llegó a colocar una barrera con un candado y en lugar de tirar las ruedas por ese acceso, el responsable de los vertidos buscó otro lugar accesible desde la carretera. Ahora el vertido es de mayor magnitud, calculan que el coste de la retirada alcanza unos 3.000 euros. Las ruedas usadas habría que recogerlas y trasladarlas hasta Humilladero en Málaga, donde está una de las plantas de tratamiento.
Por otro lado, según fuentes de la Junta de Andalucía ya se está trabajando para identificar a las personas que se dedican a depositar las gomas en el paraje. Sospechan que los neumáticos proceden de un taller ilegal cercano y buscan poder sancionar para evitar que el problema continúe en el futuro.
En su mayor parte, alrededor del 80%, los terrenos del Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar son de propiedad privada y legalmente el dueño es el responsable de mantenerlo limpio. De hecho, los agentes de medio ambiente han denunciado ya a los propietarios de las parcelas y han iniciado un procedimiento sancionador.
“Al final por la irresponsabilidad de uno, se le pasa el marrón al propietario y a todos”, dice Moisés. El responsable del vertido no solo está perjudicando a este dueño que no puede poner vallas donde ni siquiera se puede caminar, por ser espacio protegido, sino también a los ciudadanos y al propio ecosistema. “Si eso sale ardiendo, lo perdemos todo. Encima la basura llama a la basura, ya hay más tipos de residuos”, lamenta Moisés.
Esta zona eran las conocidas como las viejas salinas de Dalías, donde predominan dos grandes humedales y hay más de 220 especies de aves diferentes durante el año. Muchas de ellas, aves migratorias, tienen aquí su lugar de descanso. Además, constan más de 270 especies de flora, un sitio único en Andalucía con cierto parecido a Doñana. Quizá, por eso, hay gente que la llama “La Pequeña Doñana”, la que hoy sufre las consecuencias de los imprudentes.