En la puerta de la habitación 735 del Hospital de Cádiz hay un dibujo colgado. Es el homenaje al pequeño Neyzan, el bebé de 32 días que falleció hace dos semanas tras una operación que no superó y cuyo cuerpo pasó toda la noche en la morgue del hospital por un error con el seguro. "La noche que debíamos estar velándolo la pasamos llamando por teléfono", dice su padre Paco.

Neyzan nació el pasado 17 de enero. Era el primer hijo de Paco y Jeny, una pareja de 27 y 29 años de Bornos (Cádiz). "Era un niño sano y muy deseado", comentan sus padres. Sin embargo, pronto empezaron a ver que devolvía todo lo que comía. Padecía un problema en el píloro, la abertura inferior del estómago con lo conecta con el intestino delgado.

A mediados de febrero le programaron una operación que el pequeño Neyzan no superó. Estuvo cinco días ingresado en la Unidad de Pediatría hasta que el 24 de febrero falleció a las once de la noche. "Mientras que llegaba la funeraria nos llevaron a una sala de duelo", cuentan los padres, que estaban acompañados por toda su familia.

Allí no debían estar más de dos horas, lo que tarda en prepararse el traslado, sin embargo así pasaron toda la noche. "La funeraria no se arreglaba con el seguro", cuenta su padre a NIUS. El problema es que no constaba que el pequeño Neyzan estuviera asegurado... pero lo estaba. "Yo tenía la póliza en la mano", dice Paco. 

Así empezó una noche fría de lluvia, nervios y ansiedad para toda la familia. Colgados del teléfono sus padres no dejaban de llamar a la compañía de seguros pero el pequeño seguía en la morgue del hospital. "Si hubiera fallecido alguien más esa noche lo mismo habría habido un problema de espacio en el hospital", dice Paco.

La última solución llegó bien avanzada la madrugada. Los padres podían pagar de su bolsillo todos los gastos del sepelio para luego reclamarlos a la compañía. Sin embargo, no fue necesario. A las nueve en punto de la mañana la compañía de seguros se hizo cargo y el cuerpo del pequeño Neyzan salió del hospital con su familia diez horas después de fallecer. 

La compañía Generali ha confirmado a NIUS que todo se debió lamentablemente "a un error que subsanaron en menos de 12 horas" y que de haber ocurrido de día habrían tardado menos. "¿La gente no se puede morir de noche?", se pregunta Paco que finalmente ha decidido junto a su pareja no denunciar lo ocurrido, "pero sí queremos que se sepa lo que hemos pasado". 

Esa misma tarde el pequeño fue incinerado después de varias horas velándolo en el tanatorio de Arcos. La despedida de su hijo se hizo más dura de lo necesario para su familia que quiso recordarlo haciendo un dibujo con su nombre que ahora cuelga de la habitación 735 del Hospital de Cádiz, la habitación de Neyzan.