Cádiz, de luto por la muerte de Carlos, el sintecho que esculpía figuras en la arena de la playa de la Victoria

El Paseo Marítimo de Cádiz está de luto y con él todo su vecindario. Ha fallecido uno de sus vecinos más queridos, uno que no tenía hogar, pero que hizo de la Playa de la Victoria su casa y su trabajo. Carlos esculpía en la arena figuras que le servían para ganarse algunos euros. Hoy la playa está vacía y hasta la las olas le echan de menos.

Sus cosas ya no están allí: ni la sombrilla, ni sus figuras a medio hacer sobre la arena... solo tres ramos de flores con los que de forma anónima le recuerdan todos los que le quisieron. Como Pepe Sonrisas, un vecino de la zona con el que se veía casi a diario. "Solía pedirme tabaco", dice Pepe, y ahí empezó una rutina de cigarrillos muy parecida a la amistad.

El pasado verano Pepe durmió una noche al raso con él. "Me había dejado mi riñonera con todo, llaves de casa incluidas, tras un día en Bolonia, en el coche de un amigo y pensé que no podía dormir mejor que con él", cuenta Pepe, "me dijo échate ahí, pero vas a pasar frío, hermano". A las cuatro de la mañana el frío le despertó, pero tenía la manta de Carlos cubriéndole. "Tú la necesitas más que yo", le dijo.

El domingo por la noche, Pepe se echó el último cigarro con Carlos. "Antes de subir a casa me fumé el que iba a ser el último cigarrito con él sin saberlo", cuenta a NIUS, "comentamos entre otras cosas que el Cádiz volvía a terminar la jornada fuera de descenso y varias cosas más". Carlos estaba bien, parecía una noche más, pero a la mañana siguiente lo encontraron sin vida en la puerta del restaurante Arteserrano donde solía dormir.

Carlos, el 'Chicharrero'

Carlos llevaba 20 años viviendo en Cádiz, pero era de Santa Cruz de Tenerife y de ahí su apodo, el 'Chicharrero'. Siempre frente al mar, era habitual verle trabajar con la arena haciendo alguna figura mientras esperaba que las monedas cayeran sobre su toalla. Según la época del año hacía unas figuras u otras.

En Semana Santa nunca faltaba sobre la arena su imagen del Cristo al que siempre ponía flores. La última figura que hizo fue un delfín, pero ya no está. "Lo quitaron todo", cuenta a NIUS una trabajadora del restaurante Arteserrano, "parece que ni ha existido". Como sus figuras de arena, borrado en una noche de invierno. 

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