Tabby, Tanit, Trevélez y Tenebrio ya están marcando su territorio en el paraje conocido como El Sotillo de Sierra Arana, en el término municipal de Iznalloz, en la comarca de los Montes de Granada. Lo hacen desde la mañana de este lunes cuando sus criadores los soltaron para tratar de perpetuar la especie en esta nueva zona de reintroducción del lince ibérico en Andalucía, tras más de 40 años desaparecido en la provincia granadina.
Se trata de dos hembras y dos machos, provenientes de varios centros de cría en cautividad de Andalucía, con los que la población de lince ibérico puestos en libertad alcanza los 137, que ya han conseguido adaptarse a sus nuevos hábitats naturales.
De hecho, hace tan solo unos meses ya fueron soltados en Sierra Arana otros cinco ejemplares de lince ibérico, Saturno y Sotillo, dos machos nacidos en centros de cría, y de dos hembras silvestres procedentes de Sierra Morena, Solera e Ilexa, que llegaba, además, con su cachorro, Terre. Un hecho histórico que significaba recuperar el lince, 40 años después de su desaparición, en la provincia granadina.
El macho Trevélez proviene del centro de cría de La Olivilla de Jaén, del que también viene las otras dos hembras que lo acompañan, Tabby y Tanit, mientras que el cuarto ejemplar, el macho Tenebrio, procede del centro de cría de El Acebuche, en el paraje natural de Doñana (Huelva).
Una suelta que ha contado con la participación de los alumnos del IES El Sotillo de Sierra Arana como parte de su actividad educativa de concienciación a la población más cercana a los nuevos núcleos de reintroducción. De hecho, los jóvenes le pusieron nombre a dos de los cuatro ejemplares en un concurso organizado en su centro educativo el pasado 9 de febrero.
Finalizada la suelta el delegado del Gobierno, Antonio Granados, ha indicado que “Andalucía cuenta ya con un total de 137 ejemplares de linces ibéricos liberados en toda la región, y se marca como objetivo a medio plazo consolidar la población existente aspirando a mejorar su catalogación de especie “en peligro” a “vulnerable”, mejorando, de esta forma, las perspectivas para su desarrollo y crecimiento.
Por su parte el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Manuel Francisco García, ha destacado que el “Programa Life, hasta la fecha se dedicaba sobre todo afianzar las poblaciones existentes y a crear nuevas poblaciones, mientras que ahora se va más allá y desde hace dos años y medio se persigue conectar ejemplares entre esos grupos de linces que afortunadamente ya existen, con nuevas poblaciones o núcleos como el que se intenta desarrollar en Sierra Arana, para crear lo que son poblaciones intermedias y facilitar así la mezcla de ejemplares que aseguren la viabilidad genética”.