El hijo de Mariana Maturana estaba interno de lunes a viernes en el colegio Salesianos de Antequera. Todo era normal hasta que, un día, el niño comenzó a cambiar su actitud. Alrededor de los 10 años, “se volvió rebelde y agresivo”, cuenta Mariana. En ese momento, en 2018, salió a la luz el caso de una familia que denunció al monitor del colegio por presuntos abusos sexuales y, aquí fue, cuando descubrió que su hijo era otra víctima, según relata. Han pasado cinco años y siguen esperando el señalamiento de un juicio que esperan para cerrar el capítulo que les ha destrozado la vida.
“Mi hijo llevaba dos años o más sufriendo abusos”, asegura esta madre. En total, tienen conocimiento de 6 denuncias, 6 presuntas víctimas de este monitor que, según cuenta, era el encargado de cuidar de los menores por la noche. Según las familias, el presunto agresor abusaba de los niños desde los cinco años de edad.
La conducta de su hijo le hizo sospechar de que algo no iba bien. También le advertían los psicólogos a los que esta madre acudía en busca de ayuda. No lo descubrió hasta que, la familia de otro menor, puso la primera denuncia. Ahí comenzó a encajar que posiblemente a su hijo le estaba ocurriendo lo mismo. “No podía dormir, decía que se quería morir… llegaba al colegio y revoleaba las sillas para que lo expulsaran y así no ir”, relata Mariana.
Un infierno al que a día de hoy no le ha visto justicia. “Cinco años después seguimos esperando el fin de la instrucción y la fijación de la fecha de juicio”, explica a NIUS Javier Rincón, director de Rinber Abogados, quien lleva el caso de Mariana. En su momento, tras la detención del monitor, quedó en libertad tras pagar la correspondiente fianza y está a la espera de juicio.
“Solo encontramos algo de consuelo en la justicia y este hombre está en libertad, trabajando y llevando a niños de excursión en Antequera, como si nada”, dice la madre. Sigue pasando el tiempo y se quejan de que, en un caso “tan grave como este, todo sea tan lento”. Este martes, las familias se concentraron en Antequera para suplicar que se agilice este trámite: “Haremos todo lo que haga falta para tener una sentencia cuanto antes y poder cerrar este capítulo que nos ha destrozado la vida”, confiesa Mariana. “Nuestros niños necesitan que esto se cierre ya y que el culpable lo pague. Yo tengo ataques de ansiedad, vivo angustiada, devastada… nos ha partido la vida, nos ha destrozado. Es un monstruo que hace vida normal mientras nosotros seguimos sin recuperar la nuestra”, sentencia.