En una sierra vacía de Almería, un hombre solo grita. Y de la nada sale un jabalí de más de 100 kilos que ha reconocido su voz. Se acerca, se tumba y se deja acariciar. Parece que son amigos, pero son mucho más. Esta es la historia de Juan Carlos y Nico, un guarda rural y el jabalí al que salvó la vida cuando apenas tenía unos días.
Todo empezó en 2017. A las manos de Juan Carlos Rubio llegó un pequeño rayón casi recién nacido. Un coche había atropellado a su madre y quien lo encontró decidió llevárselo a él. "Si se puede salvar la vida de un animal, saben que nunca voy a decir que no", dice este guarda rural de 43 años, que acogió al animal en su propia casa.
Fueron días difíciles. "Al principio no comía", confiesa a NIUS, "había conocido a su madre y no quería el biberón". Con paciencia, poco a poco el animal fue asociando a Juan Carlos con la comida y así empezó a ganarse su confianza. "A los dos tres días me di cuenta de que dormía con Zeus", el golden retriever de Juan Carlos al que Nico empezó a seguir a todas partes. "Se habían hermanado", cuenta a NIUS, "estuvieron juntos hasta que Zeus falleció".
Cuando Nico creció, Juan Carlos empezó a llevarlo al coto donde trabaja. Allí lo soltaba y aunque al principio solía volver a él, el jabalí fue encontrando su sitio en plena naturaleza. Sin embargo, aquello no fue el final de su relación que hoy, casi siete años después, sigue intacta. "Tenemos un vínculo muy bueno", explica Juan Carlos, "él confía en mi y yo en él".
No hacen falta palabras, el simple sonido de la moto de Juan Carlos por los caminos del coto hace salir a Nico de su encame. Si además oye su nombre acelera sus pasos hasta llegar a él. "Nico es un animal muy especial, le veo una nobleza", explica este guarda rural, que se preocupa cuando pasa dos o tres días sin saber de él. "Estás con miedo si no lo ves", confiesa Juan Carlos, que prefiere no dar el lugar el lugar exacto donde se encuentra con Nico por seguridad.
A pesar de que el jabalí habita en un coto privado, el terreno donde Nico se encama y por donde hace su vida no está destinado a la caza. "Un poco más abajo sí se caza", explica Juan Carlos. Pero ni Nico se acerca a allí, ni los cazadores tienen intención alguna de dar caza a un animal que ya todos conocen en la zona.
Nico no solo es popular en Almería. La cuenta de Tik Tok de Juan Carlos le ha convertido en toda una estrella de Internet. Más de 50.000 seguidores están pendientes de los encuentros que guarda y jabalí tienen en plena sierra. "Yo creo que son más seguidores de Nico que míos", dice Juan Carlos, "la gente lo quiere"... y lo quiere desde lugares tan remotos como Argentina o Uruguay.
Después de casi siete años juntos, cada cita entre los dos sigue siendo especial. Un jabalí y un guarda rural que unieron por casualidad sus vidas en plena sierra de Almería... Allí, donde parece que no pasa nada, pasa la vida cada vez que Nico y Juan Carlos se juntan.