Se queda 'tirada' bajo la lluvia en Sevilla porque un taxista no quiere subir a su perro guía: "Como si es un caballo, me dijo"
Loli, con discapacidad visual, intentó que un taxi la llevara hasta su casa pero el conductor se negó cuando vio a su perra guía
A pesar de que el taxista huyó a toda velocidad, unos turistas consiguieron anotar varias cifras de la matrícula
"Esta actitud no solo supone el incumplimiento de la ley, sino que además es un acto de cobardía", ha denunciado su hija en Twitter
No ha sido la primera vez que le ha pasado. Hasta en cinco ocasiones Loli, una mujer con discapacidad visual de Sevilla, ha visto cómo los taxistas le decían que no podía montarse en el vehículo acompañada por su perro guía. Pero esta última vez "ha clamado al cielo", como ella misma reconoce a Niusdiario.
El pasado martes esta mujer volvía de la Facultad de Comunicación, en La Cartuja, donde está realizando un curso cuando comenzó a llover. Entonces decidió llamar a un taxi que le acercara hasta su casa en el barrio de Sevilla Este. "Mi amiga me avisó de que de un taxi se estaba bajando una pareja, pregunté si estaba libre, me dijo que sí y cuando vio a mi perra CJ me dijo que no podía subir de ninguna de las maneras", explica indignada esta sevillana.
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En un primer momento, Loli se quedó extrañada e intentó explicarle al conductor que la ley le permitía acceder al vehículo con su animal de compañía, al ser un servicio público. "No me importa que sea un perro guía, como si es un caballo. La legislación me da igual", cuenta que le espetó el taxista "de muy malas maneras" tras lo que "salió corriendo para que no pudiera pedir a nadie que me apuntara la matrícula".
Una situación tras la que asegura que se sintió "indefensa" porque "no podía ver la licencia ni la matrícula para poder denunciarlo", al mismo tiempo que recuerda que no es la primera vez que le ocurre. Hasta en cinco ocasiones los taxistas la han "dejado tirada" en mitad de la calle por llevar un perro guía con ella, además de la cantidad de veces que los conductores "le han dicho que no con la cabeza a la gente que ha intentado ayudarme a parar un taxi".
"En una ocasión me dijeron que si quería subir con mi perra, tenía que meterla en el maletero porque iba a llenar los asientos de pelo y tenía que limpiarlos para el próximo cliente", comenta la afectada.
"Es un acto de cobardía"
Su hija Clara Pazos ha sido quien inició la denuncia a través de las redes sociales. "No podemos denunciar directamente al taxista puesto que no tenemos sus datos, pero sí que le llegue la información y sienta vergüenza por dejar a mi madre esperando otro taxi bajo la lluvia".
"Esta actitud no solo supone el incumplimiento de la ley, sino que además es un acto de cobardía teniendo en cuenta que huyen, tras negarse a dar el servicio, dejando sin derecho a réplica a una persona ciega que no ve el rostro, el coche ni la matrícula", continua diciendo en Twitter.
"Las personas ciegas necesitamos que cuando se les dé la licencia de taxi a un conductor que se exija el compromiso de que van a llevar a las personas que tenemos perros guía, porque ¿acaso por no ver tengo que ir andando por toda la ciudad?", se pregunta Loli, quien va a hacer todas las averiguaciones posibles para saber quién fue el taxista que la dejó tirada para poder denunciarlo: "Tengo dos cifras de su matrícula y las tres letras".
En España, casi 2.000 perros guía se encuentran en activo en España trabajando al lado de las personas ciegas. Unos animales que la legislación ya reconoce que pueden entrar en cualquier lugar, establecimiento o transporte reconocido como de uso público, tal y como recoge en el BOE la ley 5/2018 del 21 de diciembre.