Justa, tras un año hospitalizada con una veintena de patologías: "Pensé que me moría con 50 años"
Ingresó por una evisceración, cuyo diagnóstico se complicó y la convirtió en una persona dependiente
"Fueron once meses muy duros y allí estaba todo el personal sanitario para sacarme una sonrisa"
Su historia compite en los premios de la Fundación Hospital Optimista y se puede votar en Facebook hasta el 20 de noviembre
"Fueron once meses en los que tiré muchas veces la toalla. Pensaba que me moría con 50 años. Pero los profesionales médicos que me atendieron nunca dejaron de luchar por mí y siempre me animaban cuando me veían más triste de la cuenta". Así comienza a contar su historia a Niusdiario Justa María, una vecina de Lebrija que ha pasado el último año de su vida viendo las cuatro paredes de la habitación 219 del Hospital Virgen de Valme, de Sevilla.
Ingresó por una evisceración, lo que significa que una parte de su intestino estaba fuera de su ubicación. También tiene osteoporosis, que le provocó una rotura de fémur y que la postró en una silla de ruedas. "Siempre he sido una persona muy activa y desde ese momento dependía de mi marido para todo".
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De ahí se le fueron complicando los diagnósticos hasta completar una veintena de patologías graves -entre ellas, una necrosis de colon, una insuficiencia renal aguda o una desnutrición calórica proteica- y los días seguían pasando dentro de su cubículo sin ninguna esperanza de que le dieran el alta.
"No solo es que no viera el momento de volver a llegar a mi casa, es que ingresé en la UCI en varias ocasiones y muchas veces temí por mi vida", recuerda emocionada Justa, quien reconoce que no sabe cómo podrá llegar a agradecer al equipo médico todos los esfuerzos que hicieron por hacer que volviera a tener una vida normal. "Hicieron que me sintiera como en el salón de mi casa y se han convertido en una parte importante de mi familia por todo el cariño que me dieron".
El final de su pesadilla llegó en abril de este año, cuando Justa salió por su propio pie del hospital y empezar a tener una vida totalmente independiente. "Tengo que hacerme revisiones mensuales, pero he vuelto a viajar y estoy muy feliz de haber caído en manos de la cirujana Granada Jiménez y su equipo médico. No sé lo que habría sido de mí sino hubiera sido por ellos", indica Justa.
Precisamente en agradecimiento a todo la atención recibida, Justa ha dado su consentimiento para ser la protagonista de un vídeo presentado por el hospital sevillano a los Premios Nacionales de la Fundación Hospital Optimista, en la categoría de Mejor Historia, y que se puede votar a través de Facebook hasta el 20 de noviembre.
Un resumen en el que se pueden ver todos los momentos que Justa vivió junto a sus médicos durante los once meses y veinte días que estuvo ingresada. La celebración de su cumpleaños, San Valentín junto a su marido, Navidades... fechas importantes en las que nunca se sintió sola y, tal y como indican los sanitarios que la atendieron, "cuidarla les ha hecho crecer como profesionales y como personas".
"Mi intención con este vídeo es darle esperanza a todas esas personas que estén pasando por la situación por la que yo he pasado y demostrarles que con optimismo se puede salir de todo", explica la protagonista de esta historia de superación, quien ya ha recibido el mejor premio al que podía optar: "seguir viva".