Eres mujer, estás conduciendo y te sientes ofendida por un comentario del tipo "Mujer tenías que ser" o por otro conductor que te hace algún gesto obsceno cuando considera que no estás manejando el coche como a él le gustaría. Tranquila, no estás sola. El 50 por ciento de las mujeres sufren este tipo de comentarios sexistas frente a solo el 15 por ciento de los hombres que reconoce haberlos sufrido.
Pero en unos meses esto podría dejar de suceder en el municipio gaditano de San Fernando, porque el Ayuntamiento ha aprobado en pleno una nueva Ordenanza para una Movilidad Amable y Sostenible, con la que se pretende erradicar este tipo de comportamientos machistas, entre otros aspectos.
Y es que, una vez realizadas todas las gestiones para su aprobación definitiva -esto es, que se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para abrir su periodo de exposición pública y alegaciones- ese tipo de actuaciones se considerará infracción leve y podría costarle al conductor que haya sido denunciado por tal motivo hasta 100 euros de multa.
"Somos conscientes de que la mujer se mueve de una manera diferente en la ciudad, utiliza más el transporte público y se desplaza preferiblemente a pie. Pero, en caso de optar por conducir, ninguna mujer tiene que sentirse ofendida o molesta por las palabras de otros conductores", explica el delegado de Presidencia del Ayuntamiento, Conrado Rodríguez.
Es lo que han pretendido incluyendo entre las disposiciones de la nueva ordenanza el artículo 286, que expone literalmente que "las personas usuarias de las vías y espacios públicos deberán respetar las normas de convivencia con el resto, con especial consideración a evitar conductas que menosprecien por sexo a automovilistas".
De hecho, la norma continúa diciendo que "el acto de insultar a otros conductores y conductoras, especialmente por su condición sexual, puede ser encuadrado como una infracción a la Seguridad Vial interpretando ampliamente la Ley y, concretamente, el articulo 18.1 del Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, sin perjuicio de la tipificación y sanción penal que pudiera corresponder a tal comportamiento".
"Queremos actuar en base a un nuevo paradigma de la movilidad y darle una vuelta a la pirámide de las prioridades, es decir, priorizar los desplazamientos de las personas que se mueven a pie, después los vehículos de movilidad personal, el transporte público, el relacionado con bienes y servicios, y, por último, los ciclomotores y coches", indica Rodríguez, quien recuerda que no es la primera vez que desde el Consistorio se trabaja a favor de las perspectivas de género, ya que en 2017 se instalaron unos semáforos para visualizar la lucha LGTBI.
Entre las cláusulas de la nueva ordenanza también se incluyen elementos de lucha contra el cambio climático, la obligación de que los contratos vinculados a la movilidad contemplen un lenguaje inclusivo y varios artículos relativos a la protección animal, en referencia a la incorporación de señales que indique la presencia de colonias de gatos para advertir a los conductores del "peligro de atropello de perros y gatos domésticos en libertad".