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El partido entre el Cádiz CF y el FC Barcelona vivió momentos de máxima tensión durante el encuentro del pasado sábado cuando un aficionado de 68 años se desplomaba en el Nueva Mirandilla. Fue entonces cuando Cristian Cornejo, un socio del Cádiz y enfermero de profesión, no se lo pensó dos veces y corrió a auxiliar al hombre que finalmente salvó la vida, mientras llegaba un grupo de médicos del 061.
Cristian, al que ya conocen como el 'héroe' del Nuevo Mirandilla, contaba a NIUS que fue él el primero que atendió al hombre, en parada cardiorespiratoria. Y todo a pesar de que estaba lejos de donde se encontraba sentado y de la férula que el enfermero lleva en su pie izquierdo por una lesión. “No recuerdo ni cómo lo hice, fui saltando bancos y gente, pidiendo paso”, apunta. No fue su única intervención, también atendió a un cámara de televisión que sufrió un desvanecimiento. Al terminar y ya con ambos pacientes fuera de peligro, fue ovacionado por todo el estadio.
Sin embargo, Sergio Salgado, uno de los médicos de Emergencias del 061 que acudieron al aviso, ha contado en sus redes sociales su versión de lo ocurrido, al tiempo que ha mandado una advertencia al propio club y al 'héroe' que atendió al paciente.
En su hilo de Twitter, Salgado deja claro que "no habla en nombre del servicio" en el que trabaja ni busca "protagonismo", pero que en su condición de profesional sanitario se ve "obligado a que se conozca la verdad". Asimismo, advierte que en Cádiz hay un equipo de emergencias del 061 y dos del SUAP, pero que no están en el estadio ni forman parte del dispositivo sanitario del club. De hecho, explica que cuando reciben el aviso están en su base, en el Hospital Puerta del Mar, a un kilómetro del estadio.
"Al llegar a donde está el paciente, encontramos a varios aficionados realizando compresiones torácicas y una cara conocida: un compañero médico del 061 que estaba como espectador y que lleno de amargura me dice: menos mal que habéis llegado, aquí no hay material para nada", asegura.
Nada que ver con la información que el Cádiz CF daba en un comunicado en el que asegura que el protocolo establecido con la Cruz Roja entró rápidamente en funcionamiento. "Hasta la grada se desplazó uno de los equipos médicos con un desfribilador y el monitor, comenzando las tareas de reanimación. Paralelamente, el Fútbol Club Barcelona ofreció un segundo desfibrilador por si fuera necesario su uso, siendo desplazado hasta la zona por los propios jugadores", recoge la nota.
A lo que Salgado responde asegurando que el monitor desfibrilador "no se estaba usando correctamente" y que "el primer trazado de ritmo cardiaco que se obtiene es con nuestro monitor cuando mi TES (Técnico en Emergencia Sanitaria) coloca los parches mientras mi enfermero consigue el acceso venoso y yo intubo al paciente. Al ser un ritmo desfibrilable, se procede en ese momento al primer choque eléctrico". Es entonces, cuando tras varios minutos de trabajo con "la inestimable colaboración de quienes entraron en la rueda de compresiones torácicas", el paciente recupera ritmo cardiaco propio y pulso.
Además, afirma que "el 'héroe' de la tarde decidió llevarse nuestro material sin permiso para atender al cámara de la grada de tribuna, como si no hubiera nadie más en el estadio capaz de hacer esa función, implicando a jugadores y poniendo en grave riesgo la vida del paciente reanimado".
"Es como si en medio de un atraco alguien le quita la pistola a un policía porque ha decidido que es el único que puede solucionar aquello. Además, incluye material peligroso y biocontaminante que se vapuleó. Resultado: más de 20 ampollas que iban dentro, rotas", lamenta.
Salgado reconoce el mérito de saber identificar una parada cardiorrespiratoria e iniciar el Soporte Vital Básico. "Probablemente su conducta y la de los demás espectadores que iniciaron la RCP fue efectivamente lo que salvó la vida al paciente. Es fundamental iniciarlas cuanto antes, pero lo ensució todo queriendo erigirse en el salvador de todo el estadio, apropiándose de material que no era suyo y que ni siquiera sabía qué contenía ni para que servía (como la tablet PC) y poniendo el grave riesgo la continuidad asistencial del paciente reanimado", lamenta.
Por último, ha indicado que "una vez que un equipo profesional se hace cargo de la situación, hay que ponerse a su disposición y no actuar por libre ni entrar en pánico", al tiempo que al paciente le ha deseado "una pronta recuperación".