Los distintos humedales que se reparten a lo largo de la geografía española se encuentran en crisis absoluta. La sequía de este año agrava una situación que viene de lejos en muchos casos y en Las Salinas de Cabo de Gata, Almería, están comprobándolo de primera mano.
Este enclave, situado en el término municipal de la capital almeriense, resulta determinante en los ciclos migratorios de las aves que cruzan en un sentido y otro el Estrecho de Gibraltar como parte de sus viajes entre África y Europa. Concretamente, este es uno de los de mayor importancia a nivel mundial por la biodiversidad que acoge.
Su estado actual, prácticamente seco, ha dejado momentos para el recuerdo de los vecinos de la provincia, como flamencos aparecidos a 20 kilómetros de la zona, con visibles signos de cansancio y desorientación. El desgaste de este humedal, que sirve de parada para estos animales durante años, provoca problemas en el viaje de estas especies.
Además de la propia sequía y su aún mayor complicación, el principal problema de este lugar se encuentra en la rotura de una tubería que surtía de agua al humedal. El canal se rompió y, ahora, las charcas están secas. Grupos ecologistas e, incluso, turistas de la zona, han hecho varias concentraciones para reclamar una solución, incluyendo una cadena humana para volcar con cubos agua del mar.
El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ex alcalde de Almería, ha explicado que la Consejería contactó con la empresa concesionaria del terreno para que las obras de reparación de los conductos "comenzaran lo antes posible".
La obra consiste en "eliminar los sedimentos" que se han acumulado en los 400 metros de canal entre la salina y el mar, lo que tapona el flujo del agua marina. Según el consejero, los trabajos ya han comenzado y, de hecho, mineros de "diferentes puntos de España expertos en esta materia" se unirán este miércoles a la labor.
Fernández-Pacheco apunta a que "si todo va bien", el humedal estará de nuevo en pleno funcionamiento "antes de otoño" para así "recuperar la rica biodiversidad" de aves que pasa cada año por Almería.