Tres agricultores plantan cadáveres de conejos para protestar por una sobrepoblación que arrasa sus tierras
Lo dicen claro, sin tapujos en el vídeo, "¡vamos a sembrar conejos!". Tres agricultores, entre risas, rodeados de decenas de cadáveres de conejos, se jactan de como cavan agujeros, y meten dentro a los animales. Antonio Muñoz, miembro de protección de los animales de EQUO, cree que "intentan simular que plantan zanahorias, cuando lo están haciendo con unos conejos muertos". Las impactantes imágenes han sido difundidas en redes sociales por ese partido animalista, porque dicen "es una aberración clara", que "ha provocado muchísimo asco y rechazo ante la sociedad". Con ellas, esos individuos, todos agricultores de los cuales se desconoce todavía cuál es su procedencia, pretendían llamar la atención sobre la brutal plaga de conejos que asola los campos españoles y que trae de cabeza a agricultores de todo el país.
Julián Barco, es uno de esos afectados, le hemos acompañado para comprobar en primera persona como esos pequeños y adorables mamíferos viven y se comen gran parte de su cosecha, una explotación "no muy grande, de 200 - 300 hectáreas" de la cual "se han comido ya cerca del 30%", algo que nos comenta, le "supone una ruina total este año, total y absoluta". Los aledaños de sus tierras están plagados de "una serie de bocas de los conejos", algo que recuerda mucho a "un campo de minas".
Pero es solo ejemplo, arrasado también está el campo de cebada de Ángel Benito, al que también hemos acompañado, y que también nos ha enseñado como no queda casi nada en una de sus parcelas, "a ver si se ve aquí una lleta de cebada, aquí nada más que se ve amapola, amapola, aquí se lo ha comido todo". Vemos lo que tendría que ser una próspera explotación, la suya, y que es un páramo desértico. Dice estar “arruinado, porque de dos años a esta parte, si antes se comían un 30%, ahora se comen un 60%. Ellos piden a las administraciones que reaccionen, aunque dicen, “protestar bien, ahora hacer barbaridades como las que he visto yo, no”. Es el sentir de muchos agricultores y de los que no lo son, denunciar sí, pero no de esta forma.