Conozcan la increíble historia de una familia que sobrevivió de milagro al accidente del Alvia
Con solo siete años, Carlos tuvo que vivir un infierno en la curva de Angrois, ahora con doce sigue intentando olvidar, "cuando vi a gente muerta en el suelo, gente llena de sangre, por vagones que tuvimos que pasar por debajo, gente enterrada en piedras". Viajaba junto a su madre, su padre y su hermana pequeña, que era un bebé, su madre Yessica Medina, otra superviviente, nos recuerda que fue “horrible porque tuvimos que pasar por encima de gente fallecida para salir del tren, y eso no es nada agradable, y más con un niño de 7 años y una niña de un mes. Se dieron a conocer por un peluche que se quedó en el tren, lo recuperaron, pero no quisieron saber más de él. Ahora las secuelas siguen ahí, una mudanza fuera de Galicia, un trastorno por déficit de atención, psiquiatras y psicólogos, “ya no son las mismas pesadillas del principio, ni voy por la calle como iba al principio que veía a la gente llena de sangre, si me vienen imágenes, si lo recuerdo, muchas veces”, nos dice Jessica. Años de tratamiento para curarse, o incluso intentar volver a montar en tren, algo que nunca han podido conseguir, volver a la normalidad, jugar, reír, cumplir sueños, en definitiva, ser felices.