Sobresalto mundial por el atentado fallido contra el expresidente Donald Trump durante un mitin en Pensilvania. El republicano ha resultado herido leve. Hacía 43 años del último intento de magnicidio en EEUU. Fue en 1981 contra el entonces mandatario, Ronald Reagan. Esta vez, el francotirador, apostado en un tejado, ha sido abatido de forma inmediata. Un civil que se encontraba entre el público ha muerto. Mientras tanto, Trump era evacuado con sangre en la cara porque una bala le rozó la oreja derecha.
Desalojado puño en alto, el mismo Trump confirmaba esta pasada madrugada en redes sociales que estaba bien y en casa. Su gesto recorría el planeta y generaba una oleada de solidaridad: desde su rival por la Casa Blanca, Joe Biden, a todo tipo de líderes mundiales, incluso de aquellos que se declaran abiertamente contrarios al líder republicano. Los más fieles en su campaña no han perdido la oportunidad de ensalzar ese heroico gesto de victoria y han comenzado a hacer negocio vendiendo las primeras camisetas con la imagen del neoyorquino.
Otro fin de semana negro en España. Tenemos que sumar dos asesinatos machistas más, ambos en Cataluña. En Sabadell (Barcelona), hallaban a una mujer de 30 años muerta en la puerta de su vivienda. Sus familiares ya claman venganza contra el presunto asesino. Y en Salou (Tarragona), la víctima es una mujer de 76 años que se acabada de separar de su agresor, de 86 años. En Buñol, recordaban este mediodía a la chica asesinada este sábado por su exnovio en esa localidad valenciana.
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