No se veía nada igual en China desde hace 33 años. Las mayores protestas políticas en el gigante asiático han sacado a la calle a miles de personas en las principales ciudades del país. Dicen basta a las férreas restricciones de confinamiento que siguen sufriendo pese a estar vacunada gran parte de la población tras casi tres años de pandemia. Las manifestaciones en Pekín y Shanghái, entre otras grandes ciudades, piden libertad a la vez que claman contra el Partido Comunista y el presidente Xi Jinping.
Protestas en China y también Irán, cada vez más numerosas. Movilizaciones sociales que comenzaron tras la muerte el 16 de septiembre de una joven a manos de la conocida como policía de la moral.
Esto ha ocurrido hoy ante las cámaras de la televisión pública iraní. El discurso del presidente Alí Jamenei se ha visto interrumpido por un asistente que le increpaba, exhortándole a que abandone sus ideas retrógradas, la corrupción y los errores. Lejos de interrumpir la señal, la televisión continuó con la emisión.
Vox vuelve a la plaza de Colón para pedir la dimisión del Gobierno. Santiago Abascal le acusa de dinamitar las instituciones y poner la alfombra roja a los golpistas. Y que por eso no es suficiente con recuperar el delito de sedición en el Código Penal, sino que hay que tipificar el delito de traición. Mensaje implícito también al Partido Popular, del que quiere marcar distancia movilizándose en las calles. E insisten en que van a mantener su tono frente a todos aquellos que les acusan de practicar con sus discursos violencia política.