Felicidad absoluta en Nueva York y felicidad también en El palmar, en Murcia, en la localidad natal de Carlos Alcaraz. Allí, esta noche, nadie ha querido perderse el partidazo de su vecino. Son muchos los que han salido a la calle para verlo juntos y celebrarlo. Más de 2.000 de sus vecinos se arrimaron a pasar la madrugada en la Plaza de la Democracia, junto al instituto Marqués de a Vélez donde Carlos peleó la ESO y el Bachiller con tanto empeño como el partido ante Casper Ruud.
Los habitantes de El Palmar tienen claro que se veía que Carlos iba a hacer historia pero no tan pronto. "Desde hace muchos años lo pensamos, pero verlo ahora es increíble". "Estábamos seguros de que iba a ganar, se lo merecía", dicen sus paisanos.
No estaban en el pueblo su padre, Carlos, su tío y su hermano mayor, Álvaro, que sufrían en directo en Nueva York. Fueron los primeros que recibieron el abrazo de Carlos Alcaraz. De hecho su hermano vio la película 300 con Carlos antes de la final para meter en vena adrenalina épica y desconectar. Su madre, Verónica, y su célebre abuelo Carlos, el que aconsejó que echara mano de las tres 'C' y que le que metió el gusanillo del tenis a toda la familia, prefirieron sufrir en la intimidad. "Aquí lo tenemos... ¡Vamooos, vamoos! Aquí lo tenemos", compartió Alcaraz en un vídeo que publicó en Twitter e Instagram en el que besaba la copa y que acompañaba de los emoticonos de cerebro, corazón y huevos. Las tres C de su abuelo.
Vamos a construir unas pistas de tenis que, por supuesto, llevarán su nombre. Pero a este ritmo, tendremos que pesar más cosas". Es la palabra del alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, orgulloso de que El Palmar esté en boca de medio mundo hoy.