Nicola y su marido Kevin intentaron tener familia durante 15 años, aunque sin éxito. Por ello, tuvieron que intentarlo de diferentes maneras hasta que finalmente lo consiguieron gracias a la fecundación in vitro, proceso que les ha costado alrededor de 30.000 euros.
La madre asegura que "es impresionante pensar que mis trillizos han nacido con cinco años de diferencia. La gente no se lo cree cuando les digo que fueron concebidos a la vez". "James y Daniel no podían esperar para conocer a su hermana y ahora son muy protectores con ella".
Según informa el diario 'The Daily Mail', la pareja, de Cambridgeshire (Reino Unido), empezó a intentar tener familia tras su boda, en agosto de 1998, pero tras cuatro años intentándolo decidieron acudir a un centro de reproducción asistida.
A Nicola, de 35 años, le explicaron que al haber tenido peritonitis con 15 años, la operación le produjo una gran cicatriz en las trompas de falopio y por ello no podría concebir de forma natural. "Hemos esperado mucho tiempo para tener a nuestros pequeños, pero al fin nuestra familia está al completo".
Tras un primer intento fallido en 2007, la pareja volvió a intentarlo una segunda vez en 2008, esta vez con éxito. Fruto de este segundo intento fueron fecundados 8 óvulos, de los cuales 6 se guardaron y 2 fueron implantados en su útero. Dos semanas después descubrió que estaba embarazada. Los gemelos Daniel y James nacieron en noviembre de 2008.
Por ello, decidieron guardar los embriones fecundados para, en un futuro, tener otro hijo. "Realmente queríamos intentar tener otro hijo, y pensamos que ayudaría a los gemelos a relacionarse si tenían otra hermana".
Así que en febrero la pareja acudió al centro de salud para volver a someterse a un nuevo tratamiento de fecundación. Tras un nuevo primer intento, el embrión no sobrevivió, pero el segundo intento volvió a dejar encinta a Nicola. "No volvimos a poner dos embriones porque ya teníamos gemelos. Sorprendentemente descubrí que estaba embarazada". "Ellizabet era idéntica a los gemelos cuando nacieron, eran como tres gotas de agua", asegura la madre.