Nada de poner hielo al whisky. La mejor opción son estas pequeñas rocas que, aunque parecen piedrecillas más propias para su jardín, sirven para enfriar la copa. Una empresa americana pretende imponer esta vieja tradición escandinava. Las rocas se venden en Internet. Sus ventajas: enfrían la bebida igual que el hielo pero sin modificar su sabor y sin añadir agua innecesaria. Además pueden reutilizarse.