El conocido parapentista, Hernán Pitocco, vestido con traje y corbata y con el casco todavía colocado, bromeó con la prensa y dijo que "no quería llegar tarde a una entrevista laboral", según publicó el periódico 'Contexto'.
"Desde arriba ví piquetes, embotellamientos, las luces de los edificios, el río; la gente que caminaba me saludaba contenta. Creo que fue algo agradable para el público", contó a la prensa.
El deportista, que usó un parapente de lona y un paramotor de mochila, aseguró que alcanzó los 45 o 50 kilómetros por hora durante el vuelo.
No se mostró muy preocupado por la acusación de la policía, porque planeó un vuelo que no afectara la seguridad aérea. Y en ningún momento se puso en peligro la seguridad de nadie", dijo.
Pitocco admitió que no tenía el permiso necesario para realizar este sobrevuelo, pero aclaró: "No pedí autorización porque no existe autorización para este tipo de vuelo".
La prensa argentina, tras el revuelo y nunca mejor dijo, explicó que se trataba de una acción publicitaria de una marca de bebida energizante.