Conmovedora imagen en un santuario de animales de Florida, en Estados Unidos. Sin creérselo. Sin poder contener la emoción. Así reaccionaba una chimpacé, de nombre Vanilla, al ver el cielo abierto por primera vez. Lo hacía tras haber pasado 28 años encerrada en un laboratorio. En una jaula de metro y medio cuadrados. Por fin descubría la vida junto a decenas de primates como ella.