Emanciparse en España parece una misión imposible para los jóvenes. Y así lo respalda ahora los datos publicados por Eurostat del año 2021. Tan solo un 35.5% de las personas comprendidas entre los 18 y 34 años están independizados en España. Un porcentaje, que, si lo comparamos con los datos de 2012, ha caído más de diez puntos. Y aumentando la media de la UE a un 50,47%. Pedro Sánchez ha visto el filón de votos y esta realidad y ha propuesto ayudas ICO para la primera vivienda con condiciones. Pero no es novedad. Ya hay comunidades autónomas que lo han implantado.
Pero esto no es una novedad. El desempleo, los bajos sueldos y los inalcanzables precios de las viviendas convierten esta tarea en imposible. Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, afirma que también hay que sumarle “la escasez de políticas activas en vivienda” para que los jóvenes estén en esta situación. De ahí que España ocupe el quinto lugar en la lista de países con menor porcentaje de jóvenes emancipados. El primer puesto lo ocupa Croacia con un 76.5% de personas que viven con sus padres, seguido de Grecia, Portugal, Italia y por último España.
En cambio, países del norte y centro de Europa viven una realidad diferente. Dinamarca tiene un 84% de jóvenes independizados, Suecia un 82,70%, Finlandia un 81,80% y Alemania un 70,20%.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció en su acto de precampaña electoral que ayudará a los menores de 35 años y a las familias con unos ingresos de 37.800 brutos al año (el doble si compran en pareja) que no puedan acceder a una vivienda. La propuesta se basaría en dar el aval de hasta el 20% para que el banco les conceda la hipoteca.
Pero a Simone Colombelli no le resulta atractiva esta idea. En general, las entidades financieras ofrecen el 80% de financiación para la compra de las viviendas. Si a esto le unimos el aval ofrecido por el gobierno, la posibilidad de acabar endeudados aumenta. “Si el banco, en vez de financiar el 80% del precio, financia el 100%, la cuota que tendrá que pagar el hipotecado cada mes subirá y, por tanto, aumentará su riesgo de endeudamiento, lo que podría llevarnos a una nueva burbuja inmobiliaria”.
El hipotecado dispone de dos opciones para no acabar en esa situación. Comprarse una casa más barata o alargar el plazo de la hipoteca para pagar cuotas más bajas. Pero hay que tener cuidado. El Banco de España no recomienda que se utilice más del 30-35% del sueldo a cubrir la hipoteca para no volver a la burbuja inmobiliaria de 2008. “La gente pagaba cuotas mensuales por sus hipotecas más altas de lo recomendado y, cuando llegó la crisis, muchos se quedaron sin trabajo y dejaron de poder hacer frente a los pagos”, asegura.
Con el cálculo de iAhorro, con una hipoteca fija al 4% TIN y una amortización de 30 años, los jóvenes menores de 35 años podrían acceder a una vivienda de 172.896 euros. Pero España no tiene a jóvenes con un sueldo mayor de 37.800 euros anuales, por lo que está medida del gobierno se podría aplicar a la mayoría de los jóvenes que viven en el país. “Está poniendo el tope muy elevado porque aproximadamente el 95% de los jóvenes españoles podrían ser beneficiados”, relata Simone.
Para facilitar la emancipación queda claro que la propuesta debe basarse en tener políticas sociales adecuadas. En el caso de Austria, Países Bajos y Dinamarca se apuesta por la vivienda social. Una medida en la que los jóvenes son los mayores beneficiados. En cambio, Alemania ha optado por implantar leyes de vivienda con las que promocionar la vivienda social y con las que ha conseguido un 70% de emancipados. Sin embargo, tan solo el 3,9% del parque de viviendas va destinado a fines sociales. Una cifra muy similar con los países que sí tienen un alto porcentaje de personas no independizadas y que no encajaría con su porcentaje de emancipados.
“Su principal éxito es una política activa de fomento de alquiler a la que destinan, de media, cerca del 1% del PIB en ayudas que complementan una mayor facilidad de acceso de los jóvenes por estructura de empleo” concreta el director de hipotecas. Lo que queda claro es que los jóvenes dependen de una combinación de políticas para mejorar la situación de los más jóvenes.