En el 2012 no se acaba nada, pero sí se transforma, y mucho, según Matías de Stefano
La idea de que nuestro planeta está atravesando algo parecido a un “parto” aterra y maravilla a partes iguales, porque implica esos dolores descomunales de los que, sin embargo, nadie se acuerda tras haber dado a luz. Es la metáfora que utiliza el joven argentino Matías de Stefano para explicar los cambios que desde hace años se están dando en el mundo y los que, según él, están por llegar a partir de 2012.
Cuando habla de cambios engloba, desde la voraz crisis económica que estamos viviendo, hasta el calentamiento global, pasando por el creciente desinterés de las nuevas generaciones en la política y todo lo que tenga que ver con ella. Pero asegura que “los jóvenes y los niños no están desorientados, saben que este sistema no funciona y que no quieren alimentarlo porque ya está caduco”.