Desde la Psicología ya se conoce y se han estudiado ampliamente los efectos beneficiosos de la luz sobre el estado de ánimo, el bienestar percibido y la salud en general, y además se aporta el conocimiento sobre la capacidad que tiene el ser humano para, desde la propia voluntad, generar las frecuencias necesarias activando los núcleos cerebrales correspondientes que hace que resuenen con las frecuencias del Universo, generando su propia felicidad como un acto de decisión personal.