Muchos de los tratados que explican el origen de la Luna hablan del choque de un asteroide del tamaño de Marte contra la Tierra que expulsó al espacio toneladas de rocas que con el tiempo se fusionaron para formar el cuerpo celeste que conocemos. Un grupo de científicos acaba de desmontar esa teoría.
La geoquímica Zhang Junjun, de la Universidad de Chicago, analizó muestras lunares recogidas por las misiones del Apolo en las décadas de 1960 y 1970 y las comparó con muestras de la Tierra.