La sentencia contra Daniel Sancho, hijo de Rodolfo Sancho, acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ya está redactada. El futuro del joven chef está escrito y no será hasta el próximo 29 de agosto cuando se haga público.

Durante todo el proceso, la Fiscalía tailandesa ha mantenido que Sancho, de 30 años, planificó el asesinato de Arrieta en la isla tailandesa de Phangan. Por otro lado, la defensa ha argumentado que la muerte del cirujano, que tenía 44 años, se debió a un accidente durante una pelea en la que el acusado se defendió de un supuesto intento de agresión sexual.

Sancho, que desde el 7 de agosto de 2023 se encuentra en prisión preventiva, también está acusado de ocultar y descuartizar el cadáver y de destruir documentación ajena al haberse deshecho del pasaporte del cirujano. El español sólo se ha declarado culpable de la ocultación.

De aquel terrible y sonado suceso ya ha pasado más de un año, pero será ahora cuando se conozca la pena.

El juez leerá la sentencia en una vista convocada a las 10 de la mañana (3:00 GMT) el próximo jueves a la que asistirá el propio Sancho. Se espera también la asistencia de los padres de Sancho, Rodolfo y Silvia Bronchalo.

De este modo, y a escasos días de conocer el destino de Sancho, son muchas las sentencias a las que se enfrenta, pero son tres futuros los que más posibilidades tienen de hacerse realidad.

Si el juez, cuya identidad no se ha hecho pública, ha considerado que fue un asesinato premeditado, le daría la razón a la Fiscalía. Ello supondría para Daniel Sancho una condena de pena de muerte.

Si fuera así, el chef podría rogar el indulto al rey de Tailandia, Rama X, para conmutar la pena capital por cadena perpetua.

Entre las pruebas que demostrarían la premeditación están las imágenes de Sancho comprando horas antes varios cuchillos de cocina y bolsas en un supermercado.

El segundo futuro de Sancho: que se le acuse de homicidio imprudente, es decir, que causara la muerte de Arrieta sin intención de hacerlo. De ser así, sería condenado a una pena de cárcel que iría de los cuatro a los ocho años de prisión.

Esta opción es la que busca la defensa, ya que, según la versión de Sancho, todo fue un accidente durante la pelea.

En este tercer escenario, Sancho tendría que cumplir de 15 a 20 años de cárcel. Este es aquel en el que se sabe que los actos realizados van a causar como resultado la muerte de una persona.

A ambos homicidios habría que sumarle un año más por el delito ya reconocido de ocultación y descuartizamiento del cadáver.

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