El incendio forestal que combaten numerosos medios de extinción en Trabazos (Zamora), cerca de la frontera con Portugal, ha reducido su nivel de peligrosidad del dos al uno, en una escala ascendente que va de cero a tres, según informan María Benito y Víctor Pozo, después de la evolución favorable de las labores de extinción a lo largo de la jornada de este domingo.

El fuego, que llegó a cortar al tráfico la carretera N-122 y una carretera provincial, provocó también el desalojo el sábado por la tarde de 143 habitantes de la localidad de Sejas de Aliste. Uno de sus vecinos, de 68 años, murió de un infarto cuando era evacuado.

El incendio, que ha calcinado unas 280 hectáreas de superficie forestal arbolada de pino y de matorral, ha movilizado una decena de medios aéreos y numerosos medios terrestres tanto del operativo de la Junta de Castilla y León como del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los bomberos de la Diputación de Zamora.

Este domingo por la tarde han trabajado en la extinción cinco técnicos, diez agentes medioambientales, trece cuadrillas terrestres, seis brigadas especializadas en la extinción de incendios, seis autobombas y siete retenes de maquinaria, además de cuatro medios aéreos y brigadas de la UME y de los bomberos del parque comarcal de Aliste del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios.

Sobre las causas del incendio, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y personal de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se han desplazado al punto de inicio, junto a un camino del término de Trabazos, para investigar el origen del fuego y se baraja la hipótesis de que haya podido producirse de forma intencionada.

Algo menos de 150 vecinos de Sejas de Aliste han regresado este mediodía a sus casas tras ser evacuados el sábado por la tarde y pasar la noche en el pabellón polideportivo del municipio cercano de Alcañices, siendo atendidos por un equipo de emergencias de Cruz Roja.

El fuego se propagó en las primeras horas a gran velocidad debido a las altas temperaturas y el viento, con rachas de hasta 50 kilómetros hora, y avanzó en dirección a Sejas hasta quedarse a 200 metros del casco urbano, según han precisado los bomberos de la Diputación de Zamora.

Una de las evacuadas, Mercedes de Casas, ha asegurado este domingo que aún había "mucho olor a humo" pero los vecinos habían estado tranquilos porque el fuego, afortunadamente, "no había llegado al pueblo".

El jefe del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora, Manuel Moreno, ha indicado que las condiciones este domingo eran más favorables y se había logrado a última hora de la mañana perimetrar el 85% del área afectada por el fuego y las cuadrillas terrestres trabajaban en la parte que por su orografía no permitía el acceso de retenes de maquinaria.

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