Continúa la consternación en el núcleo de El Picón, en Soto de Ribera, localidad perteneciente al concejo asturiano de Ribera de Arriba, donde un hombre de 46 años fue detenido por la Guardia Civil este lunes acusado de matar y decapitar a su padre, un hombre de 71 años. El sospechoso fue arrestado sobre las 22:00 horas de la pasada jornada, después de que hubiera atacado a varios vehículos con un hacha en la carretera N-630 mientras paseaba la cabeza de su progenitor con la otra mano.

Los testigos que vieron al autor del parricidio con la cabeza en la mano vivieron un auténtico terror. El hombre, que convivía con la víctima en una vivienda de El Picón, no presenta antecedentes policiales y las autoridades tratan de esclarecer si cuenta con algún tipo de historial psiquiátrico. Por ahora se sabe que en la tarde de este martes ha dado negativo en alcohol y drogas. La pasada noche la pasó la unidad de Psiquiatría del HUCA. Las autoridades tratan de esclarecer los hechos. Muchos se preguntan cómo se desarrolló el crimen. Y es que el padre intentó huir tras ser apuñalado, pero su hijo le alcanzó y acabó con su vida.

El hijo asestó a su padre dos machetazos (uno en el tórax y otro en el brazo) presuntamente en la vivienda que ambos compartían. La víctima intentó huir y pedir ayuda a los vecinos de enfrente. De hecho, llegó hasta su puerta, pero allí fue el lugar en el que fue decapitado. Una mujer ha afirmado a 'El Comercio' que alguien picó a su puerta, pero que no se atrevieron a salir por miedo. Habían escuchado mucho "lío".

El acusado, entonces, cogió la cabeza de su padre, dejando el cuerpo en la puerta de la vivienda de sus vecinos, y se desplazó hasta la glorieta de la localidad, caminando un kilómetro. Allí, en la rotonda, en la N-630 a su paso por Soto de Ribera, se abalanzó sobre varios coches -estaba ensangrentado y semi desnudo-, y los atacó con un hacha, por lo que los conductores alertaron a las autoridades. Algunos incluso afirman que el varón se reía mientras lanzaba los golpes: "Tiró la cabeza a mi capó".

El sospechoso llevaba el hacha en una mano y la cabeza del progenitor en la otra. Tras amedrentar a los coches, según los testigos, dio patadas a la cabeza como si fuera un balón de fútbol, según el citado rotativo asturiano, y la depositó en un quitamiedos. Poco después, la Guardia Civil logró reducirle, al presentar un estado de alta agitación, y procedieron a su detención. El alcalde de Ribera de Arriba, Tomás Fernández, ha lamentado lo ocurrido y ha asegurado que la víctima era una persona "majísima" con la que había mantenido contacto recientemente.

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