El caso de Daniel Sancho entra en su recta final con el inicio del juicio en Tailandia por el presunto asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta el pasado 2 de agosto. El chef e hijo del actor español, Rodolfo Sancho, podría ser condenado a pena de muerte. Está previsto que las vistas se prolonguen durante cuatro semana y a las mismas están citados hasta 50 testigos. La defensa de Daniel, liderada por el penalista Marcos García Montes y la experta en psicopatología criminal y forense,  Carmen Balfagón, con el apoyo de un despacho de abogados de Tailandia, intentará demostrar que la muerte del cirujano colombiano se trata de un "homicidio imprudente" y no de un asesinato premeditado.

Marcos García Montes ha contado que su cliente está "bien y tranquilo", una confianza producto de la colaboración con los especialistas tailandeses que intentarán "impugnar" gran parte de la investigación de la Policía Tailandesa: "Hemos preparado un informe de 60 páginas examinando las pruebas. En la reconstrucción no había fiscal, no había juez, no había abogado y además hubo filtraciones de la policía".

En cuanto a la autopsia, García Montes asegura que todavía seguimos sin saber ni la fecha ni la causa de la muerte, por lo que "vamos a impugnar todo eso". "Se le detiene diciendo que le van a deportar a España, que firme una declaración sin abogado. Solo la última declaración de Daniel puede ser medianamente válida porque la hace con un abogado y es en la que dice que se trata de una pelea" ha explicado, confirmando que van a pedir que "se invalide la reconstrucción" del crimen por no estar presentes ni el juez ni el fiscal. "No se han respetado sus derechos" ha sentenciado.

"La presunción de inocencia se rompe con la prueba de la Fiscalía y la acusación particular. Hay que saber por qué muere y el motivo por el que hay una camisa sin hemorragia. Esto es poco serio", ha asegurado, manteniendo que el fallecimiento de Arrieta se trató de una muerte accidental a causa de una pelea entre él y Daniel, por lo que la máxima pena que contemplan son "8 años de prisión por homicidio imprudente". "Confiamos en ello" ha concluido.

Se trata de una estrategia que busca desviar la acusación inicial de asesinato premeditado. García Montes ha puesto énfasis en la salud mental de Sancho y en las circunstancias que rodearon el incidente, sugiriendo que lo ocurrido fue resultado de una confrontación física y no de un acto intencionado. La defensa ha presentado pruebas como fotografías de lesiones en el cuerpo de Sancho, que indicarían una agresión por parte de Arrieta, y datos extraídos de la autopsia que no determinan con precisión la causa de la muerte4.

El crimen, que tuvo lugar en Tailandia, ha sido descrito con detalles espeluznantes. Según la policía tailandesa, Arrieta murió tras ser degollado por Sancho durante una pelea. La autopsia reveló que Arrieta no falleció inmediatamente tras recibir un golpe que lo hizo caer y golpear su cabeza contra un lavabo, sino más tarde, cuando Sancho procedió a cortarle el cuello56.

Sancho, quien inicialmente confesó el crimen, más tarde alegó que actuó en defensa propia durante una pelea con Arrieta. La defensa ha utilizado esta versión para argumentar que Sancho no tenía la intención de matar a Arrieta y que el resultado fatal fue un desafortunado accidente7.

Daniel Sancho se enfrenta a graves acusaciones que incluyen el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, el descuartizamiento y desaparición del cuerpo, y la destrucción de documentación ajena. A pesar de admitir su participación en el desmembramiento del cuerpo, Sancho mantiene su inocencia en cuanto a la premeditación del asesinato y la ocultación del cadáver.

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