El riesgo de suicido ha aumentado en personas que han sido hospitalizadas por un problema de salud mental. Según un estudio del Instituto de Investigación del Hospital de Mar de Barcelona, es hasta 48 veces más alto en mujeres y 28 veces entre los varones.

A su vez, morir a los 70 años, es decir, mortalidad prematura, es más elevado para las personas ingresadas por un trastorno mental (7,5 veces más alto en hombres y 7,7 en mujeres). Ante ello, los investigadores han asegurado que se ha convertido en una necesidad mejorar los procesos de atención sanitaria de las personas ingresadas, una vez reciben el alta de los centros hospitalarios.

En relación a la mortalidad prematura, el primer autor del artículo, Philippe Mortier, enfatiza: "Los individuos que reciben el alta de una hospitalización psiquiátrica son una población vulnerable a la muerte prematura y a las conductas de riesgo suicida". A su vez, el estudio afirma que uno de los trastornos más destacados ha sido por consumo de alcohol, superior al 24% del porcentaje estudiado. "Hay que pensar intervenciones preventivas para evitar las muertes derivadas por el consumo de alcohol en esta población", según declara Mortier.

La investigación cuenta con los datos de aproximadamente 50.000 personas caracterizadas por tener un trastorno de salud mental entre los años 2014 y 2018. Todo ello se ha consultado a través del Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQUAS), así como en datos de Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el doctor Víctor Pérez, uno de los responsables del estudio y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Mar, ha destacado la importancia del estudio: "Un 90% de las personas que se suicidan tenían un diagnóstico de enfermedad mental".

A su vez, del total de los casos analizados en el estudio, un 4,6% (2.260 personas) murieron prematuramente durante el seguimiento. Asimismo el 1% falleció por suicidio (437 personas), mientras que el 10% se autolesionó (4.752 personas). A estos porcentajes, el doctor Jordi Alonso, coordinador del Instituto, añade: "A pesar de que la cifra absoluta de suicidios es pequeña, solo el 1% del total, el suicidio es una de las maneras en que se expresa la mortalidad elevada en las personas con trastorno mental".

El riesgo de suicidio posterior al alta hospitalaria es proporcionalmente más elevado entre mujeres, en comparación con la población femenina, puede deberse a dos factores: "a una mayor demanda de atención sanitaria por parte de las mujeres y a un infradiagnóstico de la depresión de los hombres". El hecho de que haya más muertes por suicidios entre mujeres contrasta con la situación en la población general, donde se producen más entre los hombres.

En relación a ello el doctor Alonso expresa: "Se tendrá que tener en cuenta que las mujeres el riesgo de suicidio es más elevado en la población que ha vivido un ingreso hospitalario por un trastorno psiquiátrico a la hora de definir estrategias de prevención y atención personalizadas".

En la población analizada los trastornos que prevalecen son la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, como el consumo de drogas o el trastorno de personalidad, entre otros.

Sin embargo, entre las mujeres, el porcentaje aumentó en caso de ingresos hospitalarios por trastorno bipolar y depresión, mientras que en el porcentaje de la población masculina destacaban trastornos adaptivos (situaciones de estrés externas a la persona), y depresión.

A su vez, Mortier explica que se debe "integrar los servicios de salud mental con los médicos", además de que la población necesite un "abordaje multidisciplinario, que vaya más allá de la atención a la salud mental".

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