Sanidad insiste en una serie de recomendaciones de salud pública tanto para los voluntarios como para los ciudadanos en Valencia que se encuentran en las zonas más afectadas por la DANA, según informan Graciela Rodríguez y Miriam González. Unos riesgos para la población que, en cualquier caso, no están relacionados con los cadáveres.

No obstante, se ha creado un protocolo de vigilancia para la detección precoz de infecciones asociadas a las inundaciones provocadas por semejante desastre natural. De hecho, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha advertido esta misma semana de "algún caso de gastroenteritis", aunque ha descartado evacuaciones y que exista un brote.

Unos consejos que resultan de sentido común y que se basan en utilizar las mascarillas de protección adecuadas, guantes de trabajo resistentes a los cortes y pinchazos (no de látex porque se rompen fácilmente), usar gafas protectoras, mangas y pantalones largos (que cubran la piel), ventilar bien los espacios que se están limpiando y lavar la ropa usada con agua muy caliente.

Blindarse frente al barro es una precaución sanitaria básica para ponerse manos a la obra. Importante que la mascarilla sea FP2 y cambiarla a menudo. Y no sólo por el barro, si no también por la presencia de mucho polvo en suspensión, tal y como alertan desde Cruz Roja.

Y al llegar a casa tras terminar la dura jornada de limpieza y desescombro, resalta una farmacéutica, tenemos que seguir el "mismo protocolo que con el covid". Es decir, "ducharse y lavar toda la ropa con lejía".

Las aguas estancadas son caldo de cultivo de patógenos, subraya el científico Juan José Badiola. Además de las bacterias puede haber infecciones por virus como la hepatitis A y, de forma menos frecuente, de leptospirosis, una enfermedad bacteriana de la que Sanidad ya ha confirmado dos casos. La transmisión entre personas es extremadamente rara y se debe a roedores, sobre todo a las ratas.

Por otra parte, no se deben descuidar las heridas y hay que ventilar los espacios de interior porque la humedad está creando moho, lo cual puede agravar los problemas respiratorios de las personas mayores. En ese caso, el consejo es abandonar temporalmente las viviendas.

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