Las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por DANA en la Comunidad Valenciana conllevan también riesgos adicionales para la salud pública, como puede ser un repunte en la exposición a ciertas enfermedades infecciosas. Por ello, desde la Generalitat apuntaban unas recomendaciones sanitarias.

Situaciones como esta catástrofe natural, señala la Fundación iO, favorecen la proliferación de patógenos en el agua, en el suelo y en el ambiente, lo que eleva la probabilidad de que puedan surgir algunas infecciones. En Chiva, una veintena de voluntarios se intoxicaron al inhalar gases de una bomba de agua.

Leptospirosis. También conocida como enfermedad de Weil (la forma más aguda y grave) o ictericia de Weill, es una enfermedad zoonótica bacteriana. Se trata de una infección de la sangre que se propaga a otras partes del cuerpo.

Se transmite principalmente a través del contacto con agua o suelo contaminado con orina de animales infectados, especialmente roedores. Las condiciones de inundación facilitan la diseminación de esta bacteria en el agua estancada.

Los síntomas pueden tardar de 2 a 30 días (un promedio de 10 días) en aparecer y pueden incluir tos seca, fiebre, dolor de cabeza y/o muscular, escalofríos, náuseas, vómitos y diarrea. Si es así, se debe consultar con un médico.

Hepatitis A. Enfermedad muy contagiosa que afecta al hígado (inflamación) y que puede transmitirse por medio de agua o alimentos contaminados. Las inundaciones aumentan el riesgo por los daños provocados en las conducciones de agua, provocando mezclas entre aguas residuales y agua potable.

Algunos síntomas son cansancio y debilidad inusuales, vómitos y diarrea repentinos, dolor o molestias abdominales, pérdida del apetito, fiebre baja, orina oscura, heces de color arcilla o gris, picazón intensa y color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia).

Los casos leves no requieren tratamiento y la mayoría de las personas infectadas se recuperan por completo sin daños permanentes en órgano afectado. Practicar buenos hábitos de higiene, incluido lavarse las manos con frecuencia, puede evitar la trasmisión del virus.

Tétanos. Enfermedad seria causada por la bacteria clostridium, la cual vive en el suelo, la saliva, el polvo y en el estiércol. Las bacterias suelen ingresar al cuerpo a través de un corte profundo o una quemadura.

La infección causa un espasmo doloroso de los músculos, por lo general en todo el cuerpo. Puede conducir a un 'bloqueo' de la mandíbula, lo que hace imposible abrir la boca o tragar. El tétanos es una emergencia médica, por lo que debe tratarse en un hospital.

La vacuna contra el tétanos puede prevenir la enfermedad. Se provee como parte del programa de inmunización durante la infancia y los adultos deben aplicarse una nueva dosis o refuerzo cada 10 años.

Gastroenteritis. La exposición a aguas contaminadas y la falta de condiciones higiénicas adecuadas tras las inundaciones incrementan el riesgo de infecciones gastrointestinales como Salmonela, E.coli y Shigella, que se presentan con diarrea (en este último caso con sangre), vómitos y dolores abdominales.

Enfermedades vectoriales. Tras las inundaciones, es frecuente la proliferación de mosquitos, posibles vectores de algunas enfermedades. En la Comunidad Valenciana, la presencia del conocido como mosquito tigre representa un riesgo adicional. Las condiciones húmedas y la abundancia de agua estancada generan un entorno favorable para su reproducción.

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