Una carrera ciclista celebrada el pasado 3 de marzo en Villena (Alicante) acabó en escándalo. La sexta prueba del Interclubs del Vinalopó, integrada en la calendario oficial de la Federación de Ciclismo de la Comunitat Valenciana.

La carrera transcurría con normalidad hasta que la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD) anunció la realización de controles antidoping aleatorios a los participantes.

Cuando tras un soplo, la noticia corrió entre el pelotón comenzó a producirse un abandono masivo entre los ciclistas, hasta el punto de que de los 183 participantes tan solo llegaron a meta 53. 130 corredores abandonaron la prueba alegando inoportunos pinchazos o retiradas inexplicables.

Una actitud que vuelve a poner en el ojo del huracán a un deporte sobre el que siempre sobrevuela la sombra del doping.

Sin embargo, desde la Federación de Ciclismo de la Comunitat Valenciana califican de "sensacionalista" el tratamiento realizado por los medios de lo sucedido. "El abandono de los participantes de debe a varios factores, entre ellos la dureza de la marcha y también una caída que hubo a falta de pocos kilómetros de meta donde cayeron por lo menos 25", señala Ángel Alfaro, vicepresidente de la federación valeniana, que explica que "es normal que en ese tipo de marcha varios participantes abandonen durante la carrera, cinco o seis podrían ser tramposos pero no 130 corredores".

El Torneo Interclups de Villena, organizador de la prueba, ha defendido su compromiso con el ciclismo limpio tras el escándalo.

Desde la organización señalan que "el dopaje es una trampa que da a los ciclistas que lo utilizan una ventaja injusta sobre aquellos que compiten de forma limpia. No solo es una falta de respeto hacia el deporte y sus valores, sino que también puede tener graves consecuencias para la salud de los ciclistas que se dopan".

El Torneo Interclubs Vinalopó incide en su adhesión a las estrictas normas antidopaje de la Unión Ciclista Internacional (UCI) por lo que "odos los participantes en el evento están sujetos a controles antidopaje aleatorios, tanto antes como después de la carrera".

Tras la prueba han emitido un comunicado en el que lanzan un mensaje claro a todos los participantes y aficionados al ciclismo. "El dopaje no tiene cabida en nuestro deporte. Apoyamos a los ciclistas que compiten de forma limpia y honesta y estamos decididos a proteger la integridad del ciclismo".

Además, piden a los ciclistas su implicación activa en la lucha contra el dopaje denunciando cualquier actividad sospechosa y apoyando a los cilcistas que compiten de forma limpia y honesta para "hacer del ciclismo un deporte más limpio y justo para todos".

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