La Audiencia de Vizcaya condena a cuatro de los siete acusados de la paliza que dejó en estado vegetativo a Alexandru Ionita en Amorebieta en 2021, a 20 años de prisión como autores de un delito de asesinato en grado de tentativa con pertenencia a grupo criminal. Los mismos delitos por los que condena a un quinto procesado a 14 años de cárcel, al apreciar en su caso la atenuante de anomalía psíquica.

El fallo impone 10 años de prisión a un sexto imputado como cómplice de un delito de asesinato en grado de tentativa con pertenencia a grupo criminal. Al séptimo de los procesados le condena como autor de un delito de omisión del deber de socorro a una multa de 12 meses a razón de 10 euros diarios.

El tribunal considera probado que todos los procesados, salvo uno, “formaban parte de un grupo criminal”, esdecir, eran miembros de 'Los Hermanos Koala' y que llevaron a cabo un “linchamiento” con alevosía. En cuanto a la víctima, el fallo determina que no tuvo defensa, ni escapatoria posible.

El 25 de julio de 2021, Álex fue agredido por 16 personas, entre 15 y 38 años, en Amorebieta (Vizcaya). La paliza que le dieron fue tan salvaje que Alex, tras debatirse entre la vida y la muerte, ha quedado en estado vegetativo. Los menores implicados fueron juzgados hace un año y sentenciados a penas de entre tres y cinco años de internamiento cerrado como coautores de un delito de asesinato con alevosía en grado de tentativa.

El juicio a los adultos arrancó el pasado 15 de marzo con la angustiosa pregunta de Ana Claudia, la madre de Alex, a los siete procesados: ¿Por qué le habéis hecho esto? La familia pedía para los siete 30 años por asesinato con alevosía con la agravante de pertenencia a grupo criminal.

Conscientes de que no serían condenados a prisión permanente revisable, como en un principio solicitaba la familia, la abogada de los padres de la víctima el último día del juicio lamentó que fueran “ellos los que han sentenciado a Álex con prisión permanente”. Aun así, la condena es contundente y aplica penas superiores a las que había solicitado incluso la Fiscalía que solicitaba para los encausados de 14 años y 8 meses de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa.

Durante el juicio, fueron varios los agentes de la Ertzaintza que testificaron para explicar no era la primera vez que hacían algo parecido y que de forma sistemática solían "acorralar e intimidar" a sus víctimas para robarles. Aquella madrugada del 25 de julio de 2021, Alexandru Ionita, que entonces tenía 23 años, se convirtió en su víctima.

La paliza, en las campas de Jauregibarria, grabada en vídeo, fue tal que el joven rumano que vivía junto a su padre en Lemoa (Vizcaya) acabó en estado vegetativo. Cuando durante la primera sesión del juicio la madre de Álex se dirigió a ellos para preguntarles por qué le habían hecho eso a su hijo, ellos enmudecieron. Sin embargo, sí hablaban por WhatsApp tras la paliza y aquellas conversaciones que investigó la Ertzaintza demostraron que, lejos de arrepentirse de lo que habían hecho, se reían de Álex.

Su madre no se separa de su cama desde entonces y a pesar de sus denodados esfuerzos, dos forenses aseguraron que la esperanza de vida de Álex “es corta” y con “mínimas” opciones de mejorar.

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