Al vizcaíno Gorka Martín aún le quedan siete años para emanciparse. A los 30 es la edad a la que se emancipan de media los jóvenes en España, una de las más altas de Europa. A sus 23 años, no es que a este graduado superior en acondicionamiento físico no le gustaría poder disfrutar de su independencia y vivir solo, pero sigue en casa de su madre. La razón, su sueldo como monitor en un gimnasio de Sestao no le permite alquilar o comprar una vivienda. "Ahora mismo se me hace imposible, salvo que compartiera piso, pero para eso me quedo en casa de mi madre", apunta.

"Llevo trabajando desde los 18 años, pero siempre en trabajos precarios en cadenas de comida rápida", dice. Tras finalizar sus estudios solo le ofrecían "horas sueltas o trabajos en B". Actualmente, tiene un contrato a tiempo parcial en un gimnasio, pero con su nómina y los precios actuales, Gorka tendría que dedicar prácticamente su sueldo íntegro a los gastos para la vivienda, por eso, este joven prefiere seguir bajo el techo materno porque "como en casa de ama no se está en ningún lado", bromea.

Gorka, admite que de vez en cuando mira los anuncios de las inmobiliarias, pero que "está todo carísimo". Ante este panorama, este joven opta, como la mayoría a su edad, por seguir viviendo con su madre y así poder "ir ahorrando hasta que llegue el día de poder independizarme”.

Por el momento, Gorka ni se plantea la posibilidad de emanciparse porque además quiere poder “disfrutar un poco de la vida en este momento” y no ser esclavo de unos gastos difíciles de asumir en sus circunstancias. "Otra cosa sería si tuviera que compartir piso porque trabajo en otra ciudad, pero actualmente mi trabajo está en la misma ciudad en la que he vivido toda la vida y estoy a gusto donde mi madre", recalca.

La tasa de emancipación juvenil en España sigue por debajo de la media europea (31,9%), aunque, según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, el primer semestre del pasado 2023 subió hasta el 16,3%, algo que no ocurría desde 2020.

Gorka es uno de los 7.088.690 de jóvenes entre 16 y 29 años que hay en España. Eso significa, que más de 6 millones de familias en España tienen que mantener a sus hijos en casa, aunque estos trabajen. Muchos de esos jóvenes no han logrado salir de casa porque sus condiciones económicas no lo permiten, otros ni se lo plantean. "El alquiler es que con los precios actuales me parece un dinero perdido", dice Gorka.

Los precios están tan altos que una persona joven tendría que dedicar el 93% de su salario si quisiera vivir en un piso alquilado en solitario. En Andalucía, Cantabria, Euskadi, Cataluña, Canarias, Baleares y Madrid ni siquiera usando el 100% del sueldo medio para el alquiler podrían. Los precios para la compra de la vivienda no son mejores, de hecho, el informe estima que de media un joven en nuestro país debería ahorrar el dinero equivalente a 4 años y medio de su sueldo para poder afrontar el paso de un piso.

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