Brian, el presunto violador de una menor en Igualada ha hablado en el juicio. Solo ha contestado a su abogado y no ha reconocido los hechos.

Es más, dice que estaba tan drogado y bebido, que no recuerda nada de aquel día, según informan Alejandro Mendoza y José Rocamora. Que se encontró la chaqueta de la víctima porque tenía frío, que buscó la agresión en internet con una expareja porque era muy fuerte.

No solo eso. El acusado de la violación de una joven de 16 años al salir de una discoteca de Igualada (Barcelona) la noche del 1 de noviembre de 2021 ha negado los hechos y ha asegurado que no se reconoce en las grabaciones de las 155 cámaras de seguridad que estudiaron los Mossos d'Esquadra para identificarle.

Al ser preguntado por si en algún momento de la noche cometió los hechos, lo ha negado rotundamente: "No".

El acusado ha manifestado que tenía "varios problemas con amigos y familiares", motivo por el que empezó a beber sin control y a consumir drogas, aunque nunca se ha sometido a ningún tratamiento para remediarlo.

Más que su tono y su frialdad han sido los forenses los que han hecho un retrato exacto del joven. Un psicópata muy violento y que no se arrepiente. Aterrador. Y han hablado de las consecuencias que ha sufrido la víctima, desde la depresión a lesiones físicas muy graves.

Brian se sienta para responder únicamente a las preguntas de su abogado. Poco recuerda de la noche en que ocurrieron los hechos. "Yo bebí bastante, Estuvo un rato ahí en la discoteca. Me marché, y bebí hasta acabarme una botella".- Reconoce que también consumió drogas. "Estaba bastante mal y no podía ya ni caminar".

Cuando, pasada la madrugada, se recuperó asegura que decidió volver a casa. Días después realizó una búsqueda en su móvil de la agresión sexual a una menor "porque la noticia fue muy grande". Y declara que no era suya la chaqueta con restos de su ADN y los de la víctima que hallaron en su casa. "Me la encontré y me la puse", dice.

Para los Mossos su perfil psicológico coincidiría con el de un psicópata. "Buscaba hacer el mayor daño posible a la víctima y el máximo es que esta no sobreviviera". Tras haber tenido relaciones violentas con sus exparejas e, incluso, con su hermana pequeña, pasó a hacerlo con una víctima desconocida y eso preocupaba a los investigadores.. "En esa trayectoria podía ir encaminado hacia un delincuente sexual homicida. Era muy probable y era el miedo que teníamos, que volviera a actuar esa persona".

Con una brutalidad como la que sufrió la víctima, con más de veinte lesiones físicas y daños tan extremos que, según los médicos forenses son más de autopsia que de daño corporal, todo indica que la intención era matar a la víctima.

Al ser preguntado por si, en caso de que hubiera sentencia condenatoria, estaría de acuerdo con la expulsión a su país o preferiría quedarse en territorio español, ha respondido que "preferiría cumplir la pena en España".

El acusado, que en ese momento tenía 21 años, afronta una petición de 45 años de prisión por los presuntos delitos de asesinato y agresión sexual; y tiene antecedentes por agredir sexualmente de su hermana pequeña y dos exparejas.

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