Un juzgado de Málaga investiga la muerte de un joven de unos 25 años que tuvo que ser ingresado en un hospital por una intoxicación aguda causada por el consumo de sustancias estupefacientes. Acababa de regresar de un viaje por un país europeo y analizan que tipo de drogas pudo consumir, con todas las sospechas centradas en una posible mezcla de cocaína y fentanilo.

Cuando regresó de vuelta a casa, el joven presentaba agitación y agresividad, por lo que su familia, preocupada por su estado, llamó a una ambulancia y fue trasladado a un centro médico.

Tras ingresar en estado crítico en el Hospital Regional, tal y como informa el medio Diario Sur, el joven entró en coma y murió en las horas siguientes.

Tras su deceso, el juzgado ahora indaga en el cóctel de alcohol y drogas que pudo consumir. Se cree que el desencadenante fatal pudo ser cocaína adulterada o combinada con fentanilo, una sustancia, esta última, que no ha dejado de protagonizar numerosas alertas por la situación que ha generado en Estados Unidos y las imágenes que siguen llegando desde allí, donde se ha convertido en un auténtico problema de salud pública debido a que su utilización excede el marco estrictamente sanitario, –en el cual se utiliza como potente sedante y analgésico–, mezclándolo con otras sustancias estupefacientes, haciéndolas aún más adictivas y abusando de ello.

Precisamente, esa aplicación sanitaria a veces provoca, en el marco de las investigaciones, que el fentanilo sea en ocasiones más difícil de detectar si el paciente ha recibido tratamiento farmacológico, lo que de ese modo puede camuflar su uso en las pruebas vinculadas a las autopsias.

Además, según cita Diario Sur, En España es habitual que el fentanilo aparezca asociado a otras sustancias, lo que hace también complicado determinar su impacto directo en la muerte.

Por el momento, no obstante, en España su uso no ha escalado más allá del ámbito médico al nivel de Estados Unidos, donde las autoridades se han llegado a reunir con las de China para reforzar la lucha contra su tráfico por su  estrecha relación con la crisis de opiáceos.

El Gobierno estadounidense, que ha indicado que altos cargos de ambos países han examinado los progresos en el marco de la lucha bilateral contra el narcotráfico, recientemente recalcaba que “es clave coordinar esfuerzos bilaterales de lucha contra la fabricación y tráfico mundiales de drogas sintéticas ilícitas".

En ese sentido, desde EEUU, que lidia con haberse convertido en un símbolo de los efectos del abuso del fentanilo y otras drogas, trabaja para acabar con el flujo de narcóticos en un intento por paliar la crisis sanitaria interna.

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