Después del caso del francotirador que atacó a Donald Trump, también en Cádiz han estado viviendo un curioso y peligroso episodio con un hombre, que ya está detenido. Estuvo disparando a la comisaría provincial de la Policía Nacional.

Efectuó varios disparos al edificio ubicado en la Avenida de Andalucía de la capital gaditana, hasta que pudo ser identificado y arrestado. De 49 años, está acusado de un presunto atentado contra agentes de la autoridad.

En un comunicado emitido por el CNP este viernes, se informa de que es un gran aficionado a las armas de aire comprimido. Tanto que tenía en su domicilio un auténtico arsenal ilegal, con todo tipo de ellas: fusiles, carabinas, pistolas de gran alcance...

Además de abundante munición. Con todo ello, durante las últimas semanas se había dedicado a tirotear la fachada trasera y la azotea. Siempre oculto tras una de las ventanas de su piso. Algunos proyectiles se aproximaron a las ventanas.

Por lo que podría haber lesionado de gravedad a funcionarios que trabajan en las instalaciones. Incluso puso en peligro a varios agentes al atacarles también cuando varios subieron a lo alto del edificio para reparar precisamente unos desperfectos de los disparos.

Y es que, antes, el autor de las detonaciones había dañado aparatos del aire acondicionado. En concreto, averió las máquinas del sistema de automatización, que han estado fuera de servicio durante estas semanas de ola de calor.

Ahí se percataron los policías de que algo ocurría, ya que observaron perforaciones ocasionadas en los refrigeradores por los impactos de proyectiles. Igualmente, tiroteó el sistema de alumbrado y cableado de las instalaciones.

Sus acciones se han repetido a lo largo de julio. Incluso los trabajadores del lugar tuvieron que refugiarse tras los muebles de las oficinas, al escuchar los disparos, para evitar ser alcanzados.

Con largas horas de vigilancia, finalmente la investigación policial pudo dar sus frutos y averiguaron el punto exacto del que provenían los disparos. Al obtener las pruebas suficientes, se solicitó la autorización judicial para entrar y registrar el domicilio.

El hombre arrestado será puesto a disposición del juzgado, mientras que especialistas de la policía científica están realizando el informe de balística. Pretenden determinar si las armas que ha utilizado están modificadas.

Es decir, si sus características y capacidades han sido alteradas, así como si funcionan correctamente. Tras un mes de incertidumbre y confusión por lo ocurrido, la comisaría provincial de Cádiz ha recuperado la normalidad.

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