Juana se había quejado una y mil veces del paso de peatones para cruzar la carretera que había cerca de su casa. "Antes había unos resaltos", dice su hija Mari Ángeles, "pero los quitaron". No estaban ahí el día 10 de abril cuando un coche arrolló a Juana mientras cruzaba ese mismo paso de cebra para sacar a pasear a su perro Chispi.

La conmoción ha sido total en un pueblo donde todos la conocían. Acababa de cumplir 70 años y vivía en la zona de las Juaricas, en Cabo de Gata, una barriada alejada de Almería, inundada en verano de turistas y vacía el resto del año con vecinos como Juana.

"Era un encanto y se llevaba bien con todo el mundo", explica su hija, "si se enteraba de cualquier cosa, ahí estaba ella para ayudar". De hecho, Juana formaba parte del grupo de la Milagrosa, encargado de recoger dinero para solventar problemas que pudieran tener vecinos del pueblo.

Juana se dedicaba a hacer algunos arreglos. "Cosía ropa en casa para algunos amigos", cuenta Mari Ángeles, que prepara una misa en recuerdo de su madre para el próximo día 30 de mayo. "Yo no quería para no revivir el momento", cuenta a Informativos Telecinco, pero ha accedido porque la gente se lo está pidiendo.

No es lo único que piden, los vecinos de Cabo de Gata también quieren mejorar la seguridad de ese paso de peatones que desgraciadamente ya ha demostrado que es un peligro. "Queremos que pongan un semáforo, unos badenes... algo", dice Mari, "para que no vuelva a ocurrir".

La lucha no es nueva. Mari y su madre ya lo habían planteado. "Por esta carretera en los pueblos de alrededor sí hay semáforos, como en Pujaire", explica la hija de Juana, "queremos que pongan uno de esos aquí, con un botón para que lo pulsen los peatones cuando quieran cruzar".

De momento, Mari Ángeles asegura que se han puesto en contacto con ella desde el Ayuntamiento de Almería para informarles de que ya están trabajando para arreglar paso. "Dicen que han solicitado un semáforo, pero para mi madre ya llega tardísimo", dice la hija de Juana, que asegura que hasta que no lo vea no lo creerá.

Mientras tanto, cada mañana, Mari vuelve a compartir en sus redes sociales lo que le ocurrió a su madre para que nadie en Almería olvide que Juana murió en el mismo paso de peatones que había que había dicho que algún día mataría a alguien.

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