Ecuador le acaba de declarar la guerra al narcotráfico para tratar de contener una de las peores crisis de seguridad de su historia. La delincuencia organizada está sembrando el terror en las calles de Guayaquil, Quito y otros muchos pueblos y ciudades, donde incluso han estallado varios coches bomba. Al menos 10 personas han muerto en las últimas horas mientras los motines, los asaltos y la toma de rehenes se suceden. Toda esta situación descontrolada ha llevado al Gobierno a declarar la situación de guerra interna en el país. 

Los hechos sin precedentes de este martes sorprendieron al mundo, como los disparos en directo por la televisión de Guayaquil, desde un plató de noticias tomado por una banda criminal. Allí, en la cadena TC, cundió el pánico: técnicos, productores y un cámara herido de bala aparecían cuerpo a tierra. "No se juega con la mafia", señalaban los asaltantes. El cabecilla de ellos recibía instrucciones por el móvil, mientras aparecía en la pantalla con la pistola en la mano.

Los criminales buscaron micrófonos para difundir su mensaje, pero el desconcierto impidió su objetivo, entre golpes a rehenes y una macabra exhibición de armas. Uno de los momentos más críticos fue la presión a la que fue sometido un trabajador que fue encañonado mientras trasladaba su exigencia de que no acudiera la policía. Los criminales se regodearon y colocaron un explosivo en su bolsillo. A partir de ahí, las cámaras de la policía muestran la escena siguiente: los 13 asaltantes (12 ecuatorianos, incluyendo dos menores, y un venezolano), miembros de una banda criminal ecuatoriana, fueron reducidos y detenidos. Van a ser procesados por terrorismo.

La guerra declarada por el crimen organizado al Estado ecuatoriano ha llevado el miedo a las calles de Guayaquil y Quito, asi como muchas otras localidades, como decíamos. Narcos o pandilleros asaltan las vías públicas y disparan incluso a menores: "No solo está asustada, está aterrorizada la gente". A los ataques y atentados se unen los motines en las cárceles. Esta noche se liberaba a algunos de los 135 funcionarios retenidos por los presos. También hay al menos una decena de policías secuestrados. Las bandas habrían comenzado a cumplir su amenaza de asesinarlos.

Asimismo, muchos agentes son asesinados a tiros en sus intervenciones en la calle, así como muchos otros civiles. Estos últimos también están siendo raptados para amenazar a las fuerzas de seguridad. Por ello se recomienda a toda la población permanecer en sus casas. Varios informes recogen que las mafias reclutan a menores y jóvenes asegurándoles que sus familias morirán en caso de que no ejecuten lo que les indiquen. Una situación terrorífica y muy compleja.

Tras declarar el lunes el estado de emergencia, el presidente Daniel Noboa ha reconocido que existe un "conflicto armado interno" y ha ordenado desplegar al Ejército y las Fuerzas Armadas para restablecer el orden: "Señores, nuestro pueblo está sufriendo y nosotros no podemos permitir eso", señalaba un comandante en un vídeo que se ha vuelto viral en redes. El Gobierno de Ecuador identifica como enemigos a 22 grupos, a los que califica como "organizaciones terroristas". 

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