La princesa Ana, hermana del rey Carlos III, continúa ingresada en el Hospital Southmead de Bristol tras tener un accidente este pasado domingo 23 de junio y sufrir una conmoción cerebral.

"La Princesa Real ha sufrido heridas leves y una conmoción cerebral tras un incidente en la finca de Gatcombe Park ayer por la tarde. Su Alteza Real permanece en el Hospital Southmead, Bristol, como medida de precaución en observación y se espera que se recupere completa y rápidamente", rezaba el comunicado emitido por el Palacio de Buckingham este pasado lunes.

Ahora, ha sido su marido, el vicealmirante Timothy Laurence -uno de los miembros más discretos de la familia del rey- quien ha dado la última hora sobre su estado de salud.

En torno a las 14:00 horas, Laurence se ha desplazado al centro médico para arropar a su esposa en este delicado momento. El oficial británico ha acudido con una camisa a rayas blanca y azul y unos pantalones camel. Además, le ha llevado a la segundogénita de la difunta reina Isabel II comida de su casa transportada en una nevera azul. Un gesto romántico que refleja su gran amor.

Tras percatarse de la presencia de los medios, ha asegurado que la princesa Ana "se está recuperando bien. Lento pero seguro", ha desvelado.

Y ha añadido: "Ambos estamos profundamente agradecidos al equipo médico y al personal de apoyo del hospital por su atención experta, y a los servicios de emergencia que estuvieron tan maravillosos en el lugar".

Así, Laurence ha tranquilizado a los periodistas allí presentes con este escueto pero contundente mensaje, lanzando también una amplia sonrisa.

Tim Laurence es el segundo marido de la princesa Ana. En 1973, se casó con su primer marido, el capitán Mark Phillips, con el que tuvo a sus dos hijos, Peter y Zara.

Cabe destacar que un año después del enlace, en concreto el 20 de marzo de 1974, la pareja sufrió un intento de secuestro cuando regresaba en limusina de un acto benéfico en dirección al palacio de Buckingham. El atentado fue perpetrado por Ian Ball, que padecía esquizofrenia. Fue condenado a cadena perpetua en un hospital psiquiátrico. Han pasado 50 años de aquello.

Tras diecinueve años con Phillips, se divorció y en 1992 contrajo de nuevo matrimonio con su actual esposo. Desde entonces, Laurence ha optado por un perfil discreto, aunque siempre ha permanecido al lado de su razón de amor.

Han pasado más de 30 años desde entonces y se han convertido en una de las parejas más sólidas del mundo royal. El feliz matrimonio vive refugiado en Gatcombe Park, su residencia oficial.

La figura del oficial retirado de la Marina Real británica incluso ha pasado inadvertida para los fotógrafos y periodistas que cubren los eventos más importantes de la Familia Real británica. Él ha sido el único yerno de la reina Isabel II, no han tenido hijos y no tiene ningún título nobiliario.

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