Kate Middleton ha asistido, junto a su familia, a la ceremonia que conmemora el cumpleaños del rey Carlos III, el 'Trooping the Colour'. Es su primera aparición oficial en público desde que anunció que padece cáncer el pasado mes de marzo.

En su comunicado difundido por el Palacio de Kensington manifiesta estar impresionada por todo el apoyo de los ciudadanos. Esto es algo que reafirma hoy la imagen de cercanía que quiere transmitir en esta reaparición. El desfile de cumpleaños del rey es el momento adecuado para que su imagen se centra en estar próxima a las personas, dar una imagen muy personal al mundo y mostrar esperanza por la recuperación.

Incertidumbre en el rostro podría ser el titular de esas primeras fotos de Kate a su llegada Palacio de Buckingham junto a sus tres pequeños; mirada triste dirigida a un horizonte lejano es la percepción que podemos tener de su imagen a través del cristal del coche. La pesadumbre no es capaz de ensombrecer la belleza serena que muestra su rostro.

Su salida al balcón queda en un segundo plano por la primera fila de sus hijos. Esto nos está indicando que no quiere protagonismo. Los leves comentarios con los niños le sirven de apoyo para salir adelante de la situación difícil que atraviesa. El final de la ceremonia con Kate de pie en el balcón nos proyecta una excelente imagen y presencia de su persona, elegante y sobria en todo momento. Esta aparición es un punto y seguido para los millones de personas que siguen la recuperación de su enfermedad. Kate ya es un mito de la superación personal.

Toma asiento tras unos minutos de pie y se suceden las muestras de cariño con sus hijos a los que da indicaciones verbalmente y con sus manos compartiendo asiento con el más pequeño. Es señal de que necesita sentirse arropada. Ha elegido muy bien el color blanco de su atuendo para resaltar los tonos suaves del maquillaje. Kate nos envuelve en una buena imagen hoy. El mundo está pendiente de lo que transmite con su imagen: paz, serenidad.

Cundo Kate Middleton se queda sola en el balcón es cuando más notamos que su figura está erguida y serena, pero con ganas de ejercer de madre vuelve a querer sentirse rodeada de los pequeños. Ha sido un gran día para su reaparición y para ofrecer su mejor imagen al mundo. Ha sabido hacerse protagonista en un día tan especial para Carlos III, pero a la vez su estrategia del segundo plano en balcón, durante la parte inicial de la ceremonia, es una postura inteligente.

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