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Elecciones europeas 2024: ¿Por qué no todos los países votan el mismo día?

Las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, previstas del 6 al 9 de junio, pero convocatoria para las urnas en España el domingo 9 de mayo, son un evento clave para el devenir del continente y está marcado en rojo en el calendario político de la Unión Europea. Sin embargo, una característica peculiar de estas elecciones es que los 27 estados miembros no votan el mismo día.

Distribución de las fechas de votación en Europa

La Unión Europea ha establecido que las elecciones deben celebrarse a lo largo de cuatro días, de jueves a domingo, para dar flexibilidad a los Estados miembros. En 2024, los primeros en votar serán los ciudadanos de los Países Bajos, el 6 de junio. Les seguirán Irlanda y la República Checa el 7 de junio, mientras que Eslovaquia, Letonia, Malta y territorios franceses de ultramar votarán el 8 de junio. El resto de los países, incluida España, votarán el 9 de junio, que es un domingo.

Uno de los factores clave detrás de la decisión de no votar todos el mismo día son las tradiciones electorales de cada país. En muchos países, como España y otros 20 estados miembros de la Unión Europea, las elecciones nacionales y locales suelen celebrarse los domingos, día en que la mayoría de la población no trabaja y, por tanto, les resulta más fácil acudir a las urnas. Por otro lado, en los Países Bajos, las elecciones históricamente se celebran los jueves.

La variación en los días de votación también tiene implicaciones políticas. De esta manera la publicación de resultados se retrasa hasta que todos los países hayan realizado las elecciones, lo que evita que los resultados preliminares de unos países influyan en el comportamiento electoral de otros. Con esta práctica se asegura que los votantes de los últimos países en acudir a las urnas no se vean afectados por los resultados de los que votaron antes, manteniendo la integridad del proceso electoral.

Las ventajas de votar en días diferentes

Permitir que los países voten en días diferentes también ayuda a gestionar mejor la logística de un evento electoral de tal magnitud. La distribución de las votaciones a lo largo de varios días facilita la supervisión electoral y reduce el riesgo de errores logísticos. Además, algunos países aprovechan esta flexibilidad para hacer coincidir las elecciones europeas con otras elecciones nacionales o locales, lo que puede incrementar la participación. Sin embargo, en países como España, donde no coinciden con otros comicios, la participación puede ser menor.

Cada país tiene sus propias normativas y procedimientos electorales que deben ser respetados. La ley europea permite esta flexibilidad para que cada estado miembro pueda organizar sus elecciones de la manera más adecuada a su contexto específico. Además, los requisitos para votar, como la inscripción en el censo electoral y la presentación de candidaturas, varían según las leyes nacionales. Esta diversidad normativa también contribuye a la decisión de distribuir las elecciones a lo largo de varios días.

Las elecciones al Parlamento Europeo son un evento multinacional de lo más interesante y complejo que, a la vez, refleja la diversidad y las particularidades de los 27 estados miembros de la Unión Europea. La decisión de no votar todos el mismo día está influenciada por factores históricos, culturales, logísticos y políticos que aseguran una gestión eficiente y equitativa del proceso electoral.