José Luis Ábalos no renuncia a su acta de diputado. Sin ceder a las peticiones del PSOE, ha decidido "pasar al grupo mixto" y mantiene así todas las condiciones que supone ser diputado. El exministro de Transportes, salpicado por el ‘caso Koldo’, ha recalcado que no está "acusado de nada" y, en defensa de su "honorabilidad", ha adoptado esta decisión criticando el hecho de no haber contado con "el beneficio del compañerismo" de su partido, señalando a su dirección.

"En beneficio de las propias siglas, pero también de la restitución del debate público por una senda de sosiego, --privado de la oportunidad de hallar la mejor solución compartida a la crisis política desatada hace una semana--, les quiero anunciar que, ante la necesidad de defenderme y restituir mi honor como diputado y como persona, he decidido pasar al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados, desde donde seguiré defendiendo las ideas que fundamentaron mi inicio en el activismo político", ha dicho.

Durante su comparecencia para explicar su decisión, Ábalos ha intentado defenderse asegurando que todos esos contratos y expedientes que rodean al 'caso Koldo' están fiscalizados, que él intentó en todo momento salvaguardar el dinero público, y que incluso el Ministerio de Transportes ideo de manera única un mecanismo de control que, según él, consiguió que todas esas mascarillas y elementos sanitarios llegaran a nuestro país de la manera más rápida y barata posible, aunque hubo comisiones, --dice--, porque se estaba negociando con el mercado chino.

En cualquier caso, para Ábalos el procedimiento de contratación fue el correcto, y por todo lo expuesto, reiterando por activa y por pasiva que no está "acusado de nada", ha comunicado su decisión de pasar al grupo mixto, manteniendo así todas las condiciones que supone ser diputado. Condiciones económicas que pasan por los 3.142 euros que percibe por tener un escaño, más 2.018 euros por ser electo de una provincia que es diferente a la de Madrid (Valencia).

Sí ha renunciado, por otra parte, a los casi 1.600 euros que percibía por presidir la comisión del Congreso (1.598 euros).

Más allá, mantener su acta supone que, al quedarse en el Congreso también mantiene su condición de aforado, con lo que se protege de una investigación judicial por el caso Koldo.

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