Pedro Rocha, el aspirante a suceder a Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), se encuentra ahora al borde de su salida del ente federativo y a la espera de que el Consejo Superior de Deportes se reúna para presumiblemente inhabilitarle de forma cautelar, así como al resto de su gestora.

Este mismo viernes, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha dejado en suspenso su reciente proclamación como presidente de la RFEF, considerando que la Federación rechazó un recurso que cuestionaba su censo electoral sin tan siquiera tramitarlo, por lo que ha ordenado que las elecciones vuelvan a repetirse.

Esta decisión supone un nuevo y duro golpe para Pedro Rocha, que ve así, otra vez, como sus aspiraciones por convertirse en el nuevo presidente del organismo federativo se esfuman ante él.

El primer varapalo, no obstante, llegó justo hace una semana, el pasado viernes 12 de abril, cuando en una imagen que ya se ha hecho viral, el semblante alegre de su llegada a los juzgados para declarar por la presunta corrupción en la RFEF durante la gestión de Luis Rubiales cambió radicalmente a uno muy serio tras salir de allí pasando de testigo a investigado.

 Su actitud ante la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, encargada del caso, fue de un tono altivo y lleno de evasivas. La gota que colmó el vaso fue cuando Rocha, como ha ofrecido Informativos Telecinco en primicia, en sus declaraciones ante la magistrada intentó justificar su supuesta ignorancia respecto a todas las presuntas irregularidades en la Federación porque su cargo durante la etapa investigada sólo, --según él--, era de carácter representativo.

Su insistencia en no saber nada del Contrato de Gerard Piqué con Arabia, de la contratación de Gruconsa, de las obras de La Cartuja, pese a que era el vicepresidente económico de la Federación, provocó el fin de la vista y su imputación directa, algo que no preveía cuando llegaba feliz al juzgado, asegurando ante los periodistas iba a colaborar en todo lo que pudiese.

En la sala, sin embargo, sus respuestas fueron todas en la misma línea: “Es que eso yo lo desconozco. Cómo voy a hablar con él”. “Nunca, porque me estoy enterando ahora mismo”.

“Yo respondo a todo”, decía también, al mismo tiempo en que no contestaba a las preguntas que le formulaban, con el Fiscal Anticorrupción, José Miguel Alonso, pasando entonces a informarle de su imputación: “La condición que usted venía enfrentando hasta este momento debe variar y serle otorgado el estatuto de investigado”, le comunicaba.

Tras ello, Pedro Rocha replicaba: “¿Por qué motivo, señoría?” “No entiendo por qué, ¿no me lo pueden explicar bien, por favor? “Es que no sé sí me he equivocado. Me ha preguntado por cosas que desconozco. No lo considero justo”.

Ahora, su declaración le sitúa al borde de su salida de la Federación.

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